Capitulo 1

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Levantarme en las mañanas es algo que realmente me cuesta, y aunque suene vergonzoso mi padre aún entra a mi cuarto a despertarme, pues si lo hago por iniciativa propia... Posiblemente despertaría a las dos de la tarde y aún tendría sueño.
Es gracioso, pues mi madrastra dice que parezco niña chiquita. Y en parte tiene razón, con mi edad, se supone que ya debería levantarme por mi propia voluntad. En fin, causa gracia.

Mi rutina es sencilla, después de levantarme, me meto a la ducha, me aseguro de quitarme toda la mugre del dia anterior y salgo rápido hacia mi cuarto. No sé, si les ha llegado a pasar, que cuando salen del baño el ambiente se hace mucho mas helado y y comienzan a temblar, si es asi, puedo entenderlos.

Muchos de los institutos de los que me han hablado, no usan código de vestimenta, pero mi caso es particular y afortunado, es decir que tengo un look diario para toda mi semana; sin preocuparme de si combina, de si me veo bien o estoy a la moda. Me resulta tedioso todo el tema de la ropa, y perdonen mi ignorancia pero para mí, la moda es muy ingrata, pues mientras hoy esta de moda el color rojo, dentro de un mes o una semana, el color rojo es obsoleto y si lo usas tú también estaras en palabras menos crueles, desactualizado y patético. Para resumir, agradezco al cielo, tener un uniforme, que me iguala con el resto y me quita la carga de eligir colores y todo eso.

Después de vestida, me desenredo la cabellera; y les cuento, ¡Vaya lío peinarlo!, si existen cabellos malagradecidos, es el mío.
Puedo peinarlo dos veces por un lado y por el otro y en cuanto se seque sera un nudo de rulos y de frizz, incontrolable. Antes, mi madre solia hacerme trenzas para evitar que se maltratara tanto al peinarlo, pues nunca estuvo de acuerdo en que lo alisara o cortara solo por ser "un poco rebelde". Ahora que ella no esta, no hay quien me peine y como salida rápida y de emergencia suelo agarrarme una cola alta y desplegar unos cuántos mechones a los lados de mi rostro, pues siento que si me lo dejo totalmente recogido, me veo muy frentona, y creo que algunas chicas podrian entenderme en ese sentido. No hay nada mas incómodo que estar insatisfecho con tu aspecto.

El tema del desayuno, no mentiré; soy muy mala para desayunar tan temprano, se evapora por completo mi apetito, asi que me llevo una manzana para el camino o de reserva por si me da hambre durante la jornada.
Por último y por obvias razones, me debo lavar los dientes. Conozco a muchas personas que el tema del cepillado les aborrece pues les causa náuseas, y aqui entra mi hermano.
Es un chico bastante vanidoso en cuanto a aspecto, pero si le nombras el cepillo, se demora minutos haciendo su limpieza y es bastante susceptible cuando se trata de la higiene de la lengua. Mi padre dice que es mental, aunque yo creo que es falta de costumbre, en fin; a todos alguna vez nos dio náuseas la parte anteriormente mencionada y es normal, algo gracioso que compartir como sociedad.

No diré que organizó mis útiles escolares en la mañana antes de salir, porque una norma de estudio es que una vez terminada los labores escolares, debemos inmediatamente alistar lo del dia siguiente, eso incluye uniforme, materias, útiles (lapiz, bolígrafos, etc...) y zapatos lustrados.
Con todo listo solo queda salir con la mejor actitud y el mayor sueño posible.

Laureu suele darme para el pasaje o de ida o de regreso, pero la verdad me gusta bastante caminar, obviamente acompañada de música, como a cualquier adolecente creería yo, asi que prácticamente me ahorro ese dinero. Uno de mis mayores problemas es que si camino escuchando música, me es imposible escuchar o mantener una conversación, pues cuando voy en solitario con mis audífonos es como si la música me restaurara las energías y caminara mucho mas rapido de lo que ya camino; contrario de si voy acompañada y conversando. Uno voy mas lento y dos me canso y aburro mas rápido, y suena bastante antisocial; pero quien contra mis rarezas amigos.

Sacando de lado mis actitudes solitarias, la llegada al South es bastante sencilla, hay una puerta grande suficientemente capaz de permitir el paso de 6 estudiantes en horizontal sin ningún problema, cabe mencionar que enfrente del instituto hay un gran parque, no diré que una maravilla pero, es suficiente para un dia armar un grupo y salir a hablar o montar bicicleta.

Yo siempre llego temprano, soy demasiado psicorigida con el tiempo, un minuto para mi, es un MINUTO DE VIDA que perdí, y sí; suena demasiado exagerado, casi una hiperbole, pero en una familia en donde todo parece correr y hacerse con eficiencia el tiempo es vital. Esto se lo aprendi a mi madrastra, Laureu. Vaya que le tengo respeto, esa mujer tiene todo en el momento, crea, realiza, prueba y entrega modelos en el tiempo que indico y si algo se llega a tardar por agentes exteriores, busca la manera de no desperdiciar ni un minuto mas de su valioso y costoso tiempo del que ya gastó. En pocas palabras, es una máquina de moda y es algo que quiero copiar y adecuarlo a mi rutina diaria de vivir, ser SIEMPRE PUNTUAL.

UN NUEVO COMIENZOWhere stories live. Discover now