Capítulo 4

10.4K 533 42
                                    

Capítulo 4

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo 4

Aurora Flecher.

El corazón me da un vuelco, los nervios llegan a mí en cuestión de segundos, aquella sensación extraña aborda mi estómago, aprieto mis labios sin poder contener la emoción, tomo grandes bocanadas de aire y no hago más que poner una de mis manos en la perilla de la puerta para así abrirla.

Abro la puerta y lo próximo que hago es tirármele encima, no me he tomado el vino y ya anda haciendo efecto en mí. Harris me toma en sus brazos y me carga, miro sus bellos ojos verdes y luego bajo a sus labios donde me deleito con la calidez de estos.

—Se acabaron los días de abrazar la almohada — pienso.

—Beautiful mine — susurra una vez que nos damos el tiempo para respirar.

Beautiful mine: Bella mía.

Mi novio me deja en el suelo y sonrío mientras le doy paso para que entre al departamento.

—¿Qué tal el vuelo? — pregunto.

—Estuvo genial, pero me dejo algo cansado — me sonríe.

El hombre de cabello castaño deja su equipaje en una esquina, me mira, sonríe y luego pregunta — ¿Qué tal el día?

—Interesante — respondí.

Abandonamos el lobby y nos dirigimos a la sala de estar.

Lily y Sara se vuelven locas cuando ven a Harris y yo no hago más que sonreír cuando los recuerdos llegan a mi mente mientras me siento en el mueble junto a Harris.

Conocí a Harris Abbey hace poco más de dos años, atravesaba una noche muy estresante en el hospital, no tenía pacientes por atender y se me ocurrió darme una vuelta por las instalaciones del lugar. En una de las habitaciones vi a una enfermera limpiar la herida que yacía en el brazo izquierdo de un bello hombre de tez clara, cabello marrón y ojos verdes, ojos que en segundos se cruzaron con los míos, estallando en mi interior cientos de emociones.

Aquella enfermera que se hacía cargo de la limpieza de la herida del hombre de ojos verdes al notar mi presencia me llamó para que le hiciera el favor de ayudarle, pues se le había presentado una urgencia y ante aquel caso, yo no pude negarme.

Terminé de limpiar la herida del desconocido y luego busqué un par de vendas, en el proceso comenzamos a tener una conversación bastante interesante, pero más pronto que tarde tuvo que marcharse. Meses después nos volvimos a encontrar y justo en aquellos momentos nos dimos cuenta de que yo era la doctora de cabecera de su padre y el mismo debía hacerse unos exámenes que yo le había indicado. En esta segunda vez Harris me había invitado a tomar café y yo había aceptado, a raíz de esa invitación y de esas tazas de café, nació una amistad rica en respeto y amabilidad, quienes luego le dieron paso al amor y a un noviazgo que ha sabido perdurar hasta hoy.

La Sombra del Magnate © #2Where stories live. Discover now