El anfitrión del caos.

acto 1

Capítulo 1. 

El inicio de un nuevo final.

En un recinto de una lujosa familia de Rusia. Una gran mansión dividida en tres secciones. Ala Este, sala Central y ala Oeste. El ala este está dividida en cuatro secciones: una piscina interior, vestuarios un gimnasio y un almacén para material deportivo. La sala Central se compone de una antesala que lleva a un gran comedor. Al final de la sala hay una cocina y una gran despensa. Y por último en la ala Oeste hay dieciséis habitaciones en total, un gran incinerador y una gran lavandería.

(Giovanni Giotto, Claire Law, Carlos Guzmán, Samantha Priest, Daniel Soria, Marina White, Oriol Spielt, Sara Fortuny, Pablo Herrera, Alba Delacroix, Oliver O’donell, María Skinover, Ángel Cruift., Ángela Lysson, Preston Casanova, Clara Rodríguez se encuentran sentados en la gran mesa que se encuentra en la sala Central. Todos estaban acabando de cenar. En la mesa estaba servida la cena. El anfitrión parece no haber llegado aún)

Oliver. Muy buena cena, ¿Alguien sabe qué hacemos aquí? (Oliver saca una carta donde pone: “Para el camarero más bien valorado entre los humanos.”) ¿Todos tenéis una de esta?

María. Yo también tengo una, pero supongo que ahora mismo no es de vital importancia ir fardando de porqué estamos aquí.

Alba. Supongo que nos habrá citado el dueño de este lugar, ¿no crees?

María. Y, ¿Dónde está según esa lógica?

Dani. (se pone una nariz de payaso y se acerca a María con una flor en la mano.) No seas amarga como esta flor margarita.

María. Mejor aleja eso de mi… (la flor echa un chorro de agua que la empapa.)

Dani. Jajajaj, ¡Has picado!

Ángela: ¡WOAH! ¡HA SACADO AGUA DE UNA…

(María se levanta de su silla de una forma muy educada y golpea con gran fuerza a la cara de Dani dejándolo inconsciente en el suelo.)

Carlos. No estoy concorde con la violencia, pero, se lo merecía. (Coge el vaso con agua y le da un sorbo dejándolo de nuevo en la mesa.)

Dani. (Quedando inconsciente en el suelo, puede verse como lagrimea por el ojo derecho. Su nariz suelta bastante sangre).

Sam. (Se acerca a Dani y para la hemorragia.) Te has pasado un poco, ¿no crees?

María. Quien juega con fuego se quema, así aprenderá para una próxima vez.

Preston. Menuda situación… no quiero imaginar que dirá cuando nos vea el anfitrión.

Marina. Quizás si escuchamos a los espíritus podemos saber de quién se trata.

(Se hace el silencio. Todos miran extrañados a Marina. Las luces parpadean y se apagan. Segundos después se encienden y todos miran a Marina.)

Ángel. ¡Maldita bruja! ¿Qué has hecho?

Marina. Los espíritus son benevolentes y han escuchado mi llamada. (Mira con satisfacción a Ángel.)

Sara.  No quisiera molestar a vuestra pelea… pero, ¿Alguien sabe dónde está mi móvil? Antes del apagón lo tenía justo encima de la mesa… Ahora no lo encuentro. ( Poniendo una mano encima de otra.)

Ángela: ¡ I N C R E Í B L E ! ¡ESTO TENGO QUE ANOTARLO EN MI DIARIO! (Busca una pequeña libreta que siempre lleva en su chaqueta.) ¿QUÉ? ¡NO ESTÁ!

Claire. Ni hace falta alterarse ni desesperarse. Ya encontraremos esos objetos más tarde.

Clara. Con mi suerte… Prefiero quedarme aquí sentada…

(Se vuelven a apagar las luces. Poco después se encienden y las dieciséis personas aparecen esposadas a sus sillas. La mesa está totalmente vacía: no hay ni platos, ni vasos, ni cubertería. Se oyen gritos agudos de los asistentes a la cena además de una risa algo inquietante.)

Sara. (Extrañada.) ¿Quién ha gritado de esa forma tan extraña?

Pablo. (Desvía la mirada.) A mí… me preocupa más la risa que supongo que todos hemos escuchado…

Sam. (Mira hacia donde está el lugar del anfitrión y su rostro pone una cara aterradora.) ¡AAAAAAAAHHHH!

(Todos dirigen la mirada hacia el asiento  del anfitrión que ya no estaba vacio.)

María. ¿Qué cojones eres?

Monoliger. Pfpfpfpfp obviamente soy el dueño de éste lugar.

Claire. Así que tu eras el anfitrión. Un enigma resuelto…

Gio. (Interrumpe a Claire exaltado.) ¿Alguien ha dicho enigma?

Claire. (Mira frunciendo el ceño a Giovanni.) … ahora queda saber. ¿Qué eres?

Monoliger. PfpfpfpHAHAHA ya lo he dicho. ¡Soy Monoliger, dueño de esta preciosa mansión!

Claire. (Responde de forma cortante.) No comprendes la situación, señor Monoliger, estás cometiendo un crimen penado en el código penal, como entenderás retener personas en contra de su voluntad es una falta grave y por lo tanto espero que tengas la amabilidad de liberar mis manos de esta silla de dudosas calidades. Si no lo haces, sentirás el azote de la justicia en tus propias carnes.

(Monoliger se estremece al escuchar las palabras de Claire y se pone encima de la mesa.)

Monoliger. Como me excita escuchar a las juezas enfadarse. Grgrgr fiera inquieta pfpfpfpfpfpHAHAHAHA.

Marina. (Sorprendida por la actitud de Claire.) Vaya, las hadas no han querido escuchar tus afirmaciones… suerte que la diosa Gaya escucha mis plegarias y me otorga su divina protección natural.

Monoliger. (Tose.) En fin os he reunido a todos aquí por un motivo. Es sencillo, ya que habéis venido de forma voluntaria, no se considera secuestro (Mira a Claire.). No obstante, considero necesario explicar. Estáis aquí todos por un mismo motivo y ese es que debéis morir. Ya os daré, en unas horas, todos los detalles. ¡ Disfrutad de esta sentencia mortal! PFPFPFPFHAHAHAHAHAHAHAHAHA.

(Desaparece.)

(Las dieciséis personas quedan atónitas y ante su asombro. Nadie es capaz de pronunciar nada, el silencio se había adueñado de la sala.)

TELÓN.