Cap 28

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Tres días pasaron desde el rapto y ninguno de los dos lobos se encontraban en su mejor momento: Mark se había deprimido y no asistió a clases, raramente hablaba con Carlos acerca de qué hará para recuperarlo y solo veía como única opción apartarse de en medio, es decir, no seguir con su vida. Por otra parte Fran no podía hacer gran cosa salvo esperar y obedecer ante las ordenes que le daba el perro policía.

John: maldita bola de pelos blanca! No te dejaré morir, asique será mejor que comas o recibirás tu primer castigo!

Fran: ...........

John: no me mires así bola de pelos! –le da una patada- negarte solo te traerá peores consecuencias.

En el ataque de ira tiró la mesa con la comida al suelo, el lobo no estaba dispuesto a comerse eso o enfermaría y tendrían que probar el efecto de los medicamentos corrientes en él.

Fran: -desganado- no comeré eso del suelo.

John: -le agarra de la cabeza- harás lo que yo te diga! Te recuerdo que ahora soy tu dueño, tu creador te vendió, veo que no recordabas esto –lo suelta- ahora come, no voy a dejarte en los huesos.

Fran limpió su comida como pudo luego de recogerla del suelo, se la tuvo que comer, no había otra opción, era eso o morirse de hambre y esto último el perro no lo permitiría y de seguras lo mantendría con vida a como diera lugar y eso podría no ser agradable para él.

Mark se encontraba nuevamente echado en su cama, Carlos lo cuida, limpia y alimenta como si fuera un crio pequeño. Lo que sucede es que Mark perdió toda fuerza, no da con una solución para encontrar eso tan importante que le habían arrebatado apenas unos días atrás. Carlos por el contrario no era capaz de convencerlo de que intentara buscarlo mas él también no sabía ni por donde ni como buscarlo.

Al día siguiente recibió la visita de alguien muy inesperado, Carlos abrió la puerta y se encontró con una pantera de más o menos su altura, cerca de un metro setenta.

Pantera: emm, aquí no vivía un lobo antes?

Carlos: aquí vive un lobo ahora, quien eres y qué quieres.

Alvin: me llamo Alvin, en el pasado fui pareja de Mark y he venido a verle.

Carlos: pues no sé si dejarte verlo, no pasa por un buen momento que digamos.

Alvin: le han vuelto a utilizar no es así?

Carlos: no exactamente, pero no sé cómo reaccionará al verte, reza para que por lo menos no te lance lo primero que encuentre sólido.

La pantera y el perro subieron a la habitación y se encontraron con el lobo tumbado boca arriba, mirando el techo sin pensar en nada en concreto.

Carlos: Mark, hay alguien que ha venido a verte.

Mark: tú!?

Alvin: -avergonzado- hola, ha pasado tiempo.

Mark: -enfadado- maldito imbécil, te dije que no quería volver a verte en mi vida, me has oído?! No quiero que estés siquiera en mi casa.

Alvin: déjame hablar contigo al menos para decirte que lo siento!

Mark: que te hace pensar que escucharte me hará perdonarte?

Alvin: haz un esfuerzo, sé que sin intentarlo al menos una vez no me voy a echar para atrás, me lo enseñaste tú, lo recuerdas?

Mark: lo hago, sigo haciéndolo porque no eres al único que se lo he dicho, hay gente buena a la que también le he dicho eso. Y cada vez que lo hago me acuerdo de todos aquellos que les di el consejo.

Alvin: bien, después de que te fueras me quede con mi novio, bueno con el que fue mi novio luego de cortar contigo.

Mark: mal empezamos.

Alvin: el caso es que sé cómo te sentiste ese día, al terminar el verano me junte con una amiga la cual estaba saliendo con un tigre, cada vez que intentaba quedar con mi novio me decía que estaba ocupado, que tenía que trabajar y otras cosas. Mi amiga estaba encantada con su novio y cuando me dijo que el viernes se iban a un restaurante a cenar me quede algo extrañado. Asique decidí seguirlos y me di cuenta que su novio era el mío, no me quedé quieto y acabe con el corazón hecho pedazos. Me acorde de ti, de todo lo que me querías y lo mal que hice en dejarte ir.

Mark: y ahora viene la parte en la que me dices que te equivocaste, te arrepientes de haber hecho eso y que quieres que lo volvamos a intentar, es decir, que te de una segunda oportunidad.

Alvin: si, eres el cerebrito que me hizo muy feliz durante el tiempo que estuvimos juntos y tonto de mi al volverme ciego y no verlo. Lo harás?

Mark: gracias por la oferta pero mi corazón ya no late por ti, ahora lo hace por un lobo blanco, de metro noventa, más fuerte e inteligente que tú, que no supiste valorarme. Pero por desgracia...

No pudo terminar la frase cuando comenzó a llorar por la perdida y se preguntaba dónde estaría para poder ir a buscarlo. Dios, movería cielo y tierra si pudiera con tal de volver a tenerlo a su lado.

Carlos: te aconsejaría marcharte, como puedes ver y dije cuando entraste, no está pasando por su mejor momento y no quiero que le sigan haciendo daño, más si eres tú quien lo empujó al estado en el que estaba cuando me lo encontré luego de una semana sin verlo.

La pantera decepcionada por su respuesta, abandonó la habitación, bajo las escaleras y cerró la puerta luego de salir de la casa. Carlos pudo ver como se alejaba del lugar desde la ventana, en parte sentía algo de pena pero en verdad era su merecido por ver tarde lo que perdió. Las fursonas tienen una habilidad de valorar más las cosas cuando las pierden que cuando las tienen.

Mark: como podría volver?

Carlos: seguro volverá, si no, hay que empezar a buscarlo ya.

Mark: cómo? No hay rastro, no puedo acudir a las autoridades o se lo llevarán tras encontrarlo, tampoco puedo preguntar por la calle o se creara una búsqueda intensiva y con la alarma generada seguro se lo llevaran al descubrir que no es normal del todo.

Carlos: no te preocupes con eso, empecemos por los principales solo así podremos saber por dónde buscar, aunque sea erróneo, pero empezaremos y no nos quedaremos de brazos cruzados.

Mi Frankenstein (Furry Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora