Cap 36

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Mark: Carlos, como se te ocurre? Te recuerdo que no puede saber nada sobre la "máquina E".

Carlos: eh! No puede ser, y le dije que se viniera, cierto?

Mark: sí, acaso no pensaste en eso?

Carlos: se me olvido por completo, solo pensaba en enseñarle tu rayo de la muerte y pues no pensé en eso.

Mark: quieres otro dato? Fran.

El perro palideció al escuchar el nombre de la creación de su amigo, el resto del viaje estuvo rezando porqué Oliver no descubriera sobre el proyecto estrella.

Mark: es esta, no es gran cosa, pero es mi casa, herencia de mi abuelo.

Oliver: es un poco...rustica, en cierto sentido es más grane que otras de este tipo. Vamos dentro?

Mark: vamos.

Entraron en la casa, al instante gritó a Fran para que no saliera de la habitación de ambos.

Oliver: tú amigo tiene algún problema mental o algo?

Carlos: no, que yo sepa, no me ha dicho nada acerca de eso.

El novato se sorprendió al ver la "chapuza" de laboratorio, como el contrario había dicho cuando él visitó el suyo, no era gran cosa.

Oliver: es...diferente del mío; es notorio la falta de recursos, más si es económico.

Mark: -serio- no tenías por qué decirlo.

Oliver: oh, sí; quiero verlo.

Mark: bien –saca el rayo- aquí lo tienes.

Oliver: y funciona?

Los dos: perfectamente.

Oliver: wow, no sabía que tú también eras cerebrito Carlos.

Carlos: am, bueno yo soy únicamente ayudante de Mark, si por mi fuera aun seguiría intentando poner un espejo en el lugar.

El novato probó el rayo con una tabla de madera vieja y al instante la partió en dos y empezó a arder.

Mark: cuidado con que lo usas! No quiero que causes un incendio.

Oliver: perdón; y esta máquina tan grande para qué es?

Mark: es un generador de electricidad, de igual manera usa los rayos eléctricos para cargarse y generar energía.

Oliver: impresionante, puedo probarla?

Mark: será mejor que no la toques, tengo suficientes problemas como para encargarme de uno más.

Oliver: ???

Mark: mejor dejemos mi laboratorio; un consejito, la solución es muy sencilla, más de lo que tú te crees. Cuando lo descubras te sentirás un idiota.

El lobo abandonó la casa, Carlos miraba a su amigo algo nervioso, entendía la razón de ello.

Mark: pero como se te ocurre decirle eso!?

Carlos: n-no pensaba que fuera a aceptar la invitación, supuse que se reiría cuando le dijera eso y que no le diera importancia.

Mark: ya claro, cuando algo te causa curiosidad no rechazas nada relacionado con eso. No creía conveniente decírtelo porque estaba seguro de que lo sabrías.

Fran: ya puedo salir?

Mark: sí, claro, ven aquí.

El grandullón se le acercó hasta quedar frente a frente, luego de eso Fran levantó a Mark para poder besarlo.

Carlos: a propósito de eso, sabes que pronto viene la época de celo?

Mark: no me lo recuerdes.

Fran: cuando es?

Mark: las primeras dos semanas de marzo.

Fran: ah, entonces empieza mañana?

Mark: mañana?!

Carlos: uff, sonaba muy lejano cuando lo he pensado.

Mark: yo no tengo mucho problema, yo puedo controlar mi celo, solo que los demás...

Carlos: y hablando de otros...

Ambos miraron al lobo blanco mientras continuaba abrazando por la espalda a su creador. No hizo mucho caso a la mirada de ambos pues no pareció extrañarse por eso.

Mark: creo que estas semanas se me va la virginidad.

Carlos: lo crees?

Mark: lo sé, créeme que cuando tienes a alguien así –señala a Fran- en su periodo de celo es peor.

Carlos: como se puede saber eso?

Mark: Alvin estuvo así en su celo el año pasado, de no ser porque me negué rotundamente ahora no sería "inocente".

Al día siguiente

Profesora: bien, ya sabeis que hoy empieza vuestro celo, algunos lo controláis pero sois muy pocos y por eso os vamos a separar por género, los chicos en una clase y las chicas en otra por una semana. La segunda os quedareis en casa debido a ciertos problemas el año pasado.

Carlos: que ocurrió?

Mark: varias chicas del colegio de esta edad quedaron embarazadas, el colegio tuvo que ir a los tribunales para aclararse de quien era la responsabilidad de esa situación, afortunadamente la culpa recayó en los alumnos. Si no ya hubieran cerrado este colegio.

Los alumnos tenían las hormonas revolucionadas a partir del descanso. Tarde o temprano, mejor dicho, al momento comenzaron a cortejar a las chicas o chicos para tener sexo con ellos. Las chicas de igual manera hicieron lo mismo, los profesores estaban vigilando que nadie cometiera la estupidez de tener una relación sexual.

El que peor lo llevaba era Fran, no podía aguantarse las ganas de tener a su "pareja" al lado para poder besarle, acariciarle y hacerlo sentir feliz, es decir, tener sexo con él.

Mark: Fran ya he...

Fran: -abrazándolo- quiero estar solo contigo.

Mark: -sonrojado- ya, ya, esto... ahora que estas en celo tienes que seguir mis reglas.

Fran enseñó los dientes en señal de protesta pero el joven lobo no se inmutó por ello.

Mark: -regañándolo- lobo malo! No enseñes los dientes, te hace ver muy feo.

Fran: -triste- pero yo...

Mark: nada de peros, ahora estas bajo mis reglas!

El lobo blanco no pudo evitar soltar un pequeño quejido por ver cómo le rechazaba su amado.

Mark: sube a la habitación.

Hizo lo pedido y detrás de él subía su "dueño", quizás para asegurarse que no quebrantara la orden.

Mark: quítate toda la ropa de la cintura para arriba.

Muy sorprendido se quitó la camiseta y jersey, en que está pensando?

Mark: túmbate en la cama.

Fran: -se tumba boca arriba- a dónde quieres llegar...

Mark: -se sube sobre él- y ahora vamos a jugar, bajo mis reglas, siempre bajo mis reglas.

El joven se acercó hasta el cuello del grandullón para besarlo y lamerlo, logrando sacar unos cuantos gemidos a este. Fran tuvo una erección y eso lo notó al instante quien estaba sentado sobre su cintura.

Mark: parece que te he excitado.

Fran: estamos en periodo de celo.

Mark: sí pero yo lo controlo y tú no.

Ahora se le acercó un poco más abajo y empezó a chupar el pezón izquierdo del blanco mientras que agarraba el derecho y pasaba de vez en cuando la mano por su pecho. Jugaron toda la tarde y siempre bajo las reglas del anfitrión.

Mi Frankenstein (Furry Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora