"Yoo Jeongyeon, la difunta".
Llegó un momento en mi vida en el que ya hasta me repugnaba decir mi nombre, incluso pensarlo, pensar en todo lo que había hecho y lo que haría.
A veces es mucho mas fácil actuar como si fuera otra persona, me hace senti...
Fueron largos meses de divagar, robando cosas a barcos los cuales se me cruzaban...
Un día llegue a tierra, con sed y mucha hambre. Para mi suerte la gente con la que me crucé fue muy amable y me compartió de la carne asada de la que comían. Eran viajeros que se mantenían en movimiento todo el año, sin un lugar donde quedarse. Me invitaron a ir con ellos y acepté, no tenía nada mejor que hacer... Descubrí que me encontraba en Brasil, no sabía como había llegado, pero ahí estaba.
Viajamos por todo Latinoamérica, por suerte, una vez que llegamos a México, luego de robar un auto y viajar unos miles de kilómetros más, pude ir a ver a una vieja amiga y mi pequeña odisea acabó.
- ¡Abre idiota!- Dije mientras golpeaba y cuando la puerta se abrió, mi queridísima amiga se quedó petrificada.
- no vienes a asesinarme ¿Verdad?- Murmuró asustada.
Sonreí y la abracé - Hola Sana, yo también te extrañé mucho.
- Creí que nunca me encontrarías - Murmuró, otra vez.
- Pero pasó...- Entré sonriente - ¿Tienes lo que te pedí que guardaras?- Asintió aún mirando por la puerta, petrificada
- Está arriba...- Cerró la puerta lentamente.
Entré al ático y abrí el bolso, tenía mucho dinero guardado, lo lancé al piso de abajo y volví con sana - Me daré un baño y me iré, no te preocupes - Asintió mirandome aterrada.
Para cuando salí del baño la cena estaba lista y ella me miraba con el mismo miedo de siempre.
- Lo siento, no tenía a donde ir...- Asintió levemente, sus manos temblaban- Bueno... Te amo, toma - Le dí un fajo de billetes y me fuí.
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Hice una breve llamada a mi vieja amiga Chungha y unas horas después un avión estaba ahi, para mi. Ella no estaba en él pero todos los presentes fueron muy corteses y hablamos mucho durante el viaje.
Mi ex-Jefa me había enviado mucha ropa nueva, y, para cuando llegué, hasta un auto estaba ahí... Entré y me llevaron a su "casa". Fue un viaje breve, pero al llegar todo mejoró.
- Bonjour, señorita - Dijo sonriente y me besó con pasión.
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Todo este tiempo no había dejado de pensar en lucy, de como estaría, de si estaría viva... Pero no quería que me encontrara, eso era lo que menos quería en el mundo. Pero supuse que tendría cosas más importantes que hacer... ¿No?
En fin... Estuve una semana en casa de chungha, pagandole por lo que hizo por mi; No solo por el avión y la ropa, sino que también por lo del estilista, por resguardarme en su casa y por dejarme volver a besar sus rápidos labios.
Pero un martes decidí salir a pasear un rato aunque... Lo que me encontré no fue lo que esperaba...
