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▰cuatro

EL PANTANO DE BARRO NEGRO

vol one ▭ chapter four

QUE EL día estuviese soleado solo significaba que el profesor Palladium iba a organizar una excursión al bosque que rodeaba el colegio.

— ¡Señorita Cleo, preste atención!— Exclamó Palladium al ver a su alumna despistada. Ella se giró hacia su profesor saliendo de su ensimismamiento. Estaba entretenida viendo a dos mariquitas pelar por una miga de pan.

— Perdón, profesor.— Palladium la miró unos segundos de reojo con falsa molestia antes de seguir hablando.

— Como iba diciendo... El ejercicio de hoy será bastante difícil.— Una alumna levantó la mano y él le dio el turno de palabra.

— Profesor Palladium, me ha picado un mosquito.— Provocó algunas risas ante sus quejidos.

— Estamos cerca de un pantano, sólo es un mosquito, no es para tanto.— Trató de quitarle importancia al asunto, pero la chica se levantó un poco el pantalón mostrando la picadura.

— Pero mire dónde me ha picado.— Nervioso por las provocaciones de sus alumnas, Palladium ignoró el comentario y continuó con su explicación.

— Pobre profesor Palladium, no deberían hacerle eso.— Susurró Bloom sorprendida del comportamiento de sus compañeras.

— No se hace respetar.— Comentó Stella mientras asentía en respuesta.

— Pues...— Ambas miraron a Cleo,— a mí me parece normal, esas orejas puntiagudas, ese pelo largo y rubio y su espalda ancha... Me produce escalofríos y no de los malos.— Stella carcajeó y golpeó su hombro con suavidad mientras la pelirroja abría sus ojos como platos ante el comentario.

— Que guarra eres.

Palladium captó la atención de sus alumnas dando un par de palmadas.

— Una buena hada debe ser capaz de escuchar lo que la naturaleza nos dice.— Se aclaró la voz y continuó hablando.— El ejercicio de hoy pondrá a prueba vuestras habilidades, así que ya estamos listos para empezar.— Observó su reloj unos segundos fijándose en la hora.— Tenéis tres horas para salir del pantano de barro negro y llegar al claro del bosque de árboles oscuros... Sin usar la magia.— Acto seguido se desvaneció.