DESDE LA PLATAFORMA DE OBSERVACIÓN DE LA TORRE EIFFEL, la ciudad estaba tendida a los pies de Magnus Bane y Alec Lightwood como un regalo, las estrellas brillaban como si supieran que tenían competencia, las estrechas calles empedradas parecían oro y el Sena una cinta plateada trenzada alrededor de una caja de bombones de filigrana. París, ciudad de bulevares y bohemios, de amantes y del Louvre.
París también había sido el escenario de muchos de los contratiempos más vergonzosos de Magnus y complots mal concebidos, y también de varias catástrofes románticas, pero el pasado ya no importaba.
Esta vez, Magnus intentó hacer las cosas bien en París. En sus cuatrocientos años recorriendo el mundo, había aprendido que no importaba el lugar al que viajarás, era la compañía lo que importaba. Vio y le dedicó una sonrisa a Alec Lightwood a través de la pequeña mesa, quien ignoraba el brillo y glamour de París para escribir postales a su familia.
Cada vez que terminaba de escribir una postal, Alec escribía al final «Desearía que estuvieran aquí». Y cada vez Magnus tomaba la postal y escribía con broche de oro «Aunque no realmente».
Los anchos hombros de Alec estaban encorvados sobre la mesa mientras escribía, las runas fluían a lo largo de los fuertes músculos de sus brazos, una runa se desvanecía contra su garganta, justo debajo de la limpia línea de su mandíbula. Un mechón de su cabello siempre despeinado caía sobre sus ojos. Magnus tuvo el fugaz impulso de estirarse y echarle el pelo hacia atrás, pero lo reprimió. Alec a veces se mostraba cohibido por las demostraciones de afecto públicas. Quizá no hubiera cazadores de sombras ahí, pero tampoco era como si todos los humanos ordinarios aceptaran totalmente tales gestos. Magnus deseaba que lo hicieran.
—¿Pensando profundamente? —preguntó Alec.
—Trato de no hacerlo —se burló Magnus.
Disfrutar de la vida era esencial, pero a veces era un esfuerzo. Planear el viaje perfecto a Europa no había sido fácil. Magnus se había visto obligado a inventar varias estrategias brillantes por sí solo. Solo podía imaginarse tratando de describir sus requisitos un tanto únicos a una agente de viajes.
—¿Irás a algún lado? —preguntaría ella cuando le llamará.
—Primeras vacaciones con mi nuevo novio —respondería Magnus, a él le gustaba presumirlo, desde el avance reciente en donde podía decirle al mundo que salía con Alec—. Muy nuevo. Tan nuevo que todavía tenemos olor a coche nuevo.
Tan nuevo que cada uno seguía aprendiendo los ritmos del otro, cada mirada o toque, un movimiento en un territorio maravilloso y extraño. A veces se sorprendía mirando a Alec, o encontraba a Alec mirándolo, con un shock luminoso. Era como si cada uno de ellos hubiera descubierto algo inesperado, pero infinitamente deseable. Todavía no estaban seguros el uno del otro, pero querían estarlo.
O al menos, eso era lo que Magnus quería.
—Es una clásica historia de amor, me acerqué a él en una fiesta, me invitó a salir, luego peleamos lado a lado en una épica batalla mágica entre el bien y el mal, y ahora necesitamos unas vacaciones. El asunto es que él es un cazador de sombras —le diría Magnus.
—Disculpa, ¿qué? —le preguntaría la agente de viajes imaginaria.
—Eh, ya sabes. En el pasado, el mundo estaba siendo invadido por de-monios. Imagina el Black Friday, pero con más ríos de sangre y un poco menos de aullidos de desesperación. Y como sucede en tiempos de deses-peración por lo noble y verdadero, vino un ángel, aunque no es de mi tipo. El Ángel dio a sus guerreros elegidos y a todos sus descendientes el poder de los ángeles para defender a la humanidad. También les dio su propio país secreto. El Ángel Raziel fue un gran dador de regalos. Los cazadores de sombras continúan su lucha hasta el día de hoy, protectores invisibles, brillantes y virtuosos, la verdadera definición no irónica de «más sagrado que tú». Es increíblemente molesto. ¡Literalmente son más sagrados que tú! Ciertamente más que yo, ya que estoy engendrado por demonios.
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Amor diferente (Malec) - Completa
FanfictionEs una recopilación de las historias de la hermosa pareja Alexander Lightwood (nefilim) y Magnus Bane (brujo) de la saga Cazadores de Sombras de la autora Cassandra Clare todos los créditos y felicitaciones para la escritora por darnos a esta linda...