Mi vecina de al frente

54. ¿Nos podemos ver?

- ¡Joder! – gritó Andreina cuando vimos a la ahora rubia entrar al bar –
- Sara mi amor – la abracé fuerte –
- Que guapa están ambas – dijo y sonreímos –
- ¿No llegabas la semana pasada? – preguntó Andreina cruzada de brazo –
- Tuve retrasos con las grabaciones, pero ya estoy acá – dijo feliz – miren – nos mostró un anillo de compromiso y gritamos –
- Se escuchan desde afuera – dijo Daniel llegando hasta nosotras y volvimos a gritar –

Nos saludamos todos, abrazos, llantos y un par de cervezas, llegaron los Blake quienes estaban felices de volver a ver a Daniel, Julianne y Sara, estábamos hablando cuando escuchamos una voz que nunca cambiaría pasen los años que pasen, Sara estaba paralizada y todos esperábamos su reacción.

- John – susurró al voltear y estar frente a frente –
- Siempre tan guapa – dijo sonriente y Sara escondió su mano –
- ¿Escondió el anillo o es mi idea? – susurró Andreina y asentí –
- Años sin verte – dijo John –
- 5 para ser exactos – confirmó la rubia y ambos asintieron –

Se quedaron mirándose unos minutos pero Daniel acabó con el silencio, saludando a John y luego todos lo abrazamos hasta que le tocó a Sara y fue algo extraordinario, ese siempre será un amor para la historia.

- ¡Joder! – susurraron a las espaldas de John y se alejó para ver y chillé –
- Paquito – este se reía –
- Me viste hace dos días – dijo abrazándome y lo golpeé –
- No me interesa imbécil, siempre que no te veo te extraño – dije y se rió para luego separarse –
- Tía – saludó a Sara con un abrazo –
- Miren el reencuentro de amores perdidos – dijo Pablo y nos reímos – falta Isabelle y estamos completos – mi risa se acabó allí y Gin reía más - ¡Oh! Y Paulette

Ahora me reía yo con la cara de Gin, todos estábamos felices de volver a reunirnos, John y Sara no dejaban de mirarse y por alguna razón sentía que Andreina y Paco necesitaban hablar a solas, creo que es lo justo después de todo pero ni por coña me meto o me saca a Isabelle.

La noche pasó tranquila, bailamos, bebimos, cantamos, reímos y cuando se hicieron las 3 de la madrugada Paco se llevó a John, Sara a Andreina, Pablo a Gin, Daniel con Juls y yo me fui a casa. Al llegar bajé del coche y me sorprendió ver a Isabelle salir de mi casa.

- Hey – dijo acercándose y acomodé mi chamarra –
- Hey ¿Mamá está adentro? – pregunté y asintió –
- Fue a dormir – dijo y asentí – Hasta luego – dijo y pasó por mi lado, su perfume… maldito perfume –
- Isabelle – susurré y se detuvo – Yo – volteó a verme y sus ojos marrones me hicieron temblar – ¿quieres un trago? – pregunté titubeante –
- Agua me parece mejor – dijo sonriente y asentí –
- Agua entonces

Caminé hasta la entrada de mi casa y ella me siguió, entramos y dejé mi chamarra en el sofá junto a la cartera, llegamos a la cocina y le serví un vaso de agua mientras ella tenía la mirada pérdida.

- Aquí su agua – dije y sonreí –
- Gracias – dijo amablemente y asentí –

Nos quedamos unos minutos en silencio, mil cosas pasaban por mi mente pero no quería arruinar el momento a gusto que había, la detallaba y llevaba una camisa manga larga con botones, su cabello amarrado y unos vaqueros negros, mientras que llevaba algún rastro de un maquillaje que podía ser desde temprano.

- ¿Te vas a regresar con ella? – preguntó un rato después y suspiré –
- Tengo una vida en Connecticut – dije simple –
- Con ella – susurró –
- Sí, como tú con Josué – dije cabreada y ella volteó a verme –
- No es igual – dijo a la defensiva –
- Es lo mismo – dije seca –
- Yo no lo amo y tú sí – dijo y se levantó –
- Yo – me quedé muda –
- Adiós – dijo y salió de la cocina –