Donde Yelena es secuestrada, llevada a Estambul y jura tomar venganza por los que la hicieron sufrir.
Donde el Sultán Ahmed cree que nunca podrá conocer el amor, hasta que conoce a la bruja rusa.
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Ya había pasado un día desde que fue a la Hasoda. Escuchó que esto le molestó a la Valide Sultan al no saber quién pasaba la noche con su hijo y en especial que hayan estado tanto tiempo juntos.
Había pensado que Hafsa Sultan la llamaría para conocer a la nueva Gözde del sultán pero la sultana en realidad no creía que el enamoramiento de su hijo hacia la concubina rusa duraría mucho tiempo. Era algo que el Hunkarin solía hacer después de todo, se obsesionaba con una concubina por unas semanas y luego la desechaba.
Un golpe en la puerta sacó de sus pensamientos a aquél hombre del balcón que no abandonaba su mente.
—Adelante —dijo y comenzó a peinar sus cabellos rojizos. Una mujer entró a los aposentos y se le acercó.
—Ven conmigo rápido, Mahidevran Baş Kadin quiere verte.
—Tú no puedes darme órdenes. Soy la Ikbal del Sultán Ahmet Khan. Dile a la Kadin que no iré a verla.
—Eres solo una Hatun mientras que Mahidevran es la madre del heredero al trono. Si ella quiere que la vayas a ver, la irás a ver.
La guío fuera del harén y subieron unas escaleras antes de llegar a un área abierta. La mujer tocó la puerta y una voz le indicó que podían entrar.
Mahidevran Gülbahar era una mujer de la misma edad que Ahmet, tenía una cabellera castaña, facciones suaves y ojos verdes. Era sin duda una mujer muy hermosa.
—Mi sultana, ella es Esmehan Hatun —dijo la mujer. Notó extraño como llamó sultana a Mahidevran a pesar de que no lo era. Ninguna consorte jamás consiguió el título de "Sultan", excepto la sultana Hafsa pero porque Ahmet la nombró Valide Sultan. Después de eso, solo las hermanas y hijas del sultán poseían ese titulo.
—Gracias, Gülşah. Pero ya te he dicho que no soy una sultana.
Mahidevran le hizo un gesto a todas las mujeres de la habitación para que se retiraran, incluida a Gülşah. Esmehan se preguntó si había hecho lo mismo con Valeria. La Kadin hizo una seña para que se sentará en uno de los cojines esparcidos en el suelo.
—¿De dónde vienes? —le preguntó Gülbahar mientras tomaba un sorbo de su té.
—De Rusia.
—Yo nací en Circasia, Mozdok, me trajeron a Topkapi cuando tenía tu edad y al año siguiente me llevaron al harén principesco de Manisa —murmuró Mahidevran observando el suelo.
Parecía haber olvidado que la rusa seguía allí y la miró con sorpresa.
—¿Esto durará mucho? Tengo que prepararme para ir a ver al sultán —dijo Esmehan molesta. No tenía tiempo para esto.
—Puedes retirarte, Esmehan. Espero que complazcas a Ahmed —respondió Mahidevran con una dulce voz. La pelirroja asintió, se levantó de su asiento e hizo una reverencia para dirigirse hacia sus aposentos.
