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Luego de una larga siesta despertó atontado, había pasado toda la mañana y gran parte de la tarde durmiendo, aún así, hubiera seguido durmiendo hasta la hora de volver al trabajo, pero si hacía eso no le quedaría nada para comer, debía salir hacer las compras mientras aún era de dia.

Con pocas ganas se tomó una ducha helada que le saco del letargo y """desayuno""" algo liviano antes de salir a la caye, relleno un formulario de salida y salio a la calle, era una tarde tranquila, hacía frío pero el sol calentaba su cuerpo haciendolo tolerable.

-Seria xxx cantidad, solo llevará esto?

Asintió con la cabeza y pago sus compras, había sido más caro de lo que esperaba, pero así era la vida de adulto al parecer, trabajar toda la noche para evitar que monstruos roba identidad entren a tu vivienda para matarte a ti y a tus vecinos solo para que te paguen lo justo e indispensable para pagar las compas.

-Sin duda ya pienso como adulto...

-Y como se supone que piensan los adultos?

Pegó un salto y se dió la vuelta rápidamente, lo primero que vio fueron unos ojos con ojeras negras que contrastaban con la ropa blanca de trabajo.

-Señor Francis! Buenas tardes, que hace por aquí?

Se esforzó mucho por no pensar en lo ocurrido con el clon anoche, sino era capaz de soltar una carcajada ahí mismo.

-Acabo de dejar un par de botellas de leche en aquella casa, ahora estaba por tomar un descanso y tú? Ademas de hablar solo.

Iba a tomarse el comentario a mal pero en eso noto una amistosa sonrisa, en la cara ajena, no lo había dicho con malicia

-Es un mal hábito, ignoreme y estaba volviendo de hacer las compras, emm... Discúlpeme por haber sido tan entrometido ayer.

-Eh... esta bien! no fue para tanto. Ah! te gusta la leche?

Sin darle tiempo a responder el lechero se dió la vuelta y volvió con una botella de vidrio con leche, tardo un minuto antes de entender que se la estaba regalando, le pareció extraño pero lindo, a su parecer era un gesto de paz. Con una sonrisa extendió la mano para tomar la botella, al rozar la mano con la contraria el señor Francis dejo caer la botella, ambos hombres se sobresaltamos y el contrario fue el primero en reaccionar tomando otra botella de leche rápidamente.

-Disculpa se me resbalo! aquí tiene otra, emm... debo volver al trabajo, espero poder verlo está noche también.

-Eh Sisi nos... Vemos.

Antes de poder despedirse correctamente el lechero ya estaba bastante lejos, al parecer no estaba tan desocupado como decía, tampoco pareciera ser tan amargado como hizo creer anoche aunque ahora le parecía alguien un poco extraño.

Atribuyó la mala experiencia de la otra noche a un mal humor por cansancio, ahora por suerte podrían hacer borrón y cuenta nueva con su vecino... O eso creía hasta esa noche.

-Hola otra vez! Cómo le fue hoy?

Pregunto amistosamente, aunque no se esperaba para nada la mirada tan fría y con desprecio que le dió el de blanco.

-Crei haberte dicho que te limitaras a hacer bien tu trabajo y NO meterte en mi vida.

Se quedó sin palabra alguna, asintió y recibió los documentos pertinentes para comprobar su identidad, todo estaba en orden, autorizo su paso y quedó mirando a algún punto fijo mientras su mente divagaba en qué tal vez había malinterpretado las cosas, no era su amigo, no tenia que preguntar más de lo necesario y ser lo más profesional posible con los vecinos.

Eso se dijo a si mismo, aunque el profesionalismos no duró mucho cuando un hombre muy familiar, de ojos cansados y uniforma blanco entro con algo extraño saliendo de debajo de su sombrero.

-Buenas noches Alan.

-Buenas noches señor Moss

Estaba considerando no darle tiempo para hablar cuando algo en su gesto me llamo la atención era como si algo le molestará.

-Parece que está de mal humor, algo malo sucedió?

-Me sorprende que lo pregunte, usted fue el que me dijo que no se metiera en su vida y que mejor me concentrara en mi trabajo.

En el fondo su consciencia lo regañaba por desquitarse con un inocente, pero a la vez un "doble" no era tan inocente que digamos.

-Perdona si fui muy grosero, no debería tratar así a quien se esfuerza tanto por cuidar de mi.

-Tiene razón, emm... bueno, ya no importa, por cierto, sigue con las modas extravagantes?

Levanto su brazo y apunto a las pequeñas manos que sobresalían del gorro, una de ellas rasco su cabeza mientras hacía un gesto de estar pensando.

-No tengo idea de que estás hablando.

-Enserio esa es tu respuesta?

Pregunto mientras reía, el contrario parecía estar entretenido escuchando la risa ajena y termino por soltar una pequeña risa también.

-Entonces volveré más tarde.

Suspiro luego de verlo alejarse, realmente no entendía cómo alguien que parecía tan agradable pudiera tener la intención de matar, pero no podía olvidar ni dejarse manipular, sabía bien que tenía frente suyo y por nada del mundo lo dejaría pasar.

Porfavor déjame entrarWhere stories live. Discover now