Una nota

2.1K 259 13
                                    

Querida fugitiva:

Volvimos a casa cuando dejamos de escuchar ruidos sobre nosotros. Estaba tal y como la habíamos dejado: platos sin lavar, botellas y papeles revueltos sobre la mesa. Solo había algo diferente, algo que me hizo correr mientras el corazón me palpitaba fuertemente: una flecha clavada en la pared, sujetando un sobre rojo que me resultaba familiar. Lo abrí impaciente, sin esperar a Jane. Ella no podía ahuyentar el dolor que sentía dentro. En cambio, unas palabras escritas a mano lo hicieron. ¿Cómo no pude darme cuenta antes? Volé por las escaleras hasta tu dormitorio. Paredes blancas repletas de dibujos a lápiz y fotografías en blanco y negro; tu armario, que no había podido abrir desde... tu huida. Todo estaba tal y como tú lo habías dejado. Era horrible. Intenté aparcar esos pensamientos y empecé a buscar. Bajo la cama, entre tus libros... No había nada; a no ser que... Abrí tu armario y rebusqué entre las prendas que colgaban de él. Al fondo había una caja. La saqué con cuidado y la coloqué sobre mis piernas. Tomé aire y decidí descubrir qué secretos me ocultabas.

Buscándo[te] entre tus secretos:

La verdad.

Peter.

Fugitiva |Wattys2015|Where stories live. Discover now