CAPITULO IX: LA ESPADA DE LA FAMILIA CLEEVER

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Era de noche, mucho después de la hora de la cena cuando regresamos a casa, Maximillium estaba esperándonos, se veía preocupado y un poco molesto, la verdad jamás lo había visto así, Annie parecía no estar preocupada por su padre, en lo personal no sabía qué decir sobre lo que pasó.

-James..., Annie... -En ese momento me preocupé demasiado ya que el tono era de decepción y molestia –Annie dime exactamente por favor a dónde fuiste.

-Yo solo... -En ese momento Maximillium interrumpió gritando

-¡Annie las personas del pueblo me han dicho que te fuiste al bosque donde han atacado los Cold Hunters ¡-En ese momento interrumpí a Maximillium.

-Señor Cleever le ruego me disculpe fue culpa mía lo que pasó con la señorita Annie, fui muy descortés con ella y por eso se fue, le suplico que no la reprenda por mi culpa, ella quería demostrar que mis palabras estaban equivocadas y que ella es una digna y honorable miembro de la familia Cleever, la verdad señor, ella es una guerrera increíble jamás vi a una chica de su edad pelear de esa manera y quisiera poder pasar más tiempo aquí para aprender de la señorita Annie.

Maximillium pensó por un segundo mientras Annie estaba atónita con mis palabras.

-¿Es eso cierto Annie? –Dijo Maximillium dirigiéndose a Annie.

-S...sí padre eso fue lo que pasó y te ruego que tampoco reprendas a James él me ha cuidado bien.

-Bueno ni hablar –dijo Maximillium- al parecer ustedes han demostrado ser unos grandes guerreros, Annie felicidades es un gran paso para ti estoy orgulloso y señor James podría venir conmigo después de que hayan comido algo.

Annie y yo fuimos al comedor para cenar algo, estábamos sentados en la mesa envueltos en un silencio abrumador.

-¿Por qué me has defendido James? –Preguntó Annie en el momento menos esperado y rompiendo el silencio –De mi padre y del Cold Hunter.

-Señorita Annie usted sabe que mi trabajo es protegerla de los peligros y por eso la he protegido del Cold Hunter, y lo de su padre eso fue mi honestidad ya que fue mi culpa el haber sido grosero con usted por eso le ruego me disculpe.

Al parecer había dejado a Annie sin palabras, me sentía bien por ello pero también sentí una extraña sensación al hacerlo.

-Gracias por todo James –Luego de decir esto se retiró de la mesa, me dejó impresionado que me diera las gracias ya que no había visto que hiciera lo mismo con nadie más, pero debía de ocuparme de eso luego, lo que me importaba más era lo que Maximillium quería decirme, se notaba muy serio pero algo feliz por mí quizás, pero tenía muchas dudas sobre qué es lo que planeaba en verdad.

Cuando terminé de comer decidí ir a ver a Maximillium, tenía mis dudas sobre qué es lo que tenía que decirme pero al mismo tiempo me sentía nervioso. Cuando llegué a su oficina privada estaba sentado dando la espalda a la puerta de enfrente mirando esa espada extraña.

-Adelante James, por favor tome asiento –Dijo Maximillium mientras daba vuelta a su silla.

-Dígame señor Cleever usted quería hablar conmigo, ¿le sucede algo?

-James lo que pasó con Annie debo admitir que me preocupó mucho y siendo honesto no quisiera que algo le llegara a pasar por un descuido.

-Entiendo su preocupación señor Cleever le ruego me disculpe.

-Señor James recibí una carta de Alexander y regresará muy pronto.

-Quisiera poder hablar con él, tiene información sobre mí.

El diario de James MildwayWhere stories live. Discover now