Capítulo 1

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Capítulo 1

Las instalaciones científicas de Investigación, Desarrollo e Innovación, también conocidas como I+D+I de Seúl, están ubicadas al noroeste de la capital, en un reciente complejo tecnológico construido hace menos de diez años, que se centra en el avance del mundo de la ciencia y tecnología. La familia Kim, una de las más poderosas del país, ha centrado gran parte de su capital económico en dichas instalaciones, convirtiendo mencionado complejo en una superpotencia tecnológica envidiada por los países vecinos.

Kim Taehyung apenas había estado allí unas cuantas veces, más que cuando era niño. Si bien el joven continuaba cursando su carrera de grado de ingeniería, aún no se había sentido demasiado atraído por emplear sus prácticas en el mismo centro laboral regentado por su familia.

Y en ese momento, se encuentra allí, subiendo las escaleras con un grupo escolar de su campus, por puras cuestiones excursionistas. Todos llevan una tarjeta de identificación colgada del cuello, que les reconoce como estudiantes de la mejor universidad de Seúl, mientras que se tragan un montón de farfulla durante su visita guiada.

Las instalaciones son modernas e innovadoras. Bien iluminadas, y con un montón de pases de seguridad que aíslan a gran parte del personal trabajador, de las inoportunas visitas de jóvenes despistados.

Todo el grupo mantiene el silencio, aunque murmuran de vez en cuando, sintiéndose asombrados por el entorno de trabajo. Las instalaciones científicas más importantes, se aíslan de las zonas de los visitantes, por pura seguridad de su integridad física, y contaminación.

En esta ocasión, el grupo excursionista habían llegado hasta una de las zonas de laboratorio. Podían haber tomado el ascensor, pero, tras una charla irrelevante sobre cómo funciona el sistema de ventilación y antincendios, habían tomado pie para acercarse a un grupo de trabajadores de I+D+I, subiendo por una de las zonas privadas del personal.

Algunas plantas, por supuesto, eran completamente reservadas. Pero colarles en un laboratorio profesional, era algo que abriría las bocas de cualquier joven semi-adolescente que estuviera matándose a estudiar, con tal de conseguir trabajar en una planta inferior a la que estaban. Ya fuese por servir café, con un grado de ingeniería a la espalda.

En ese lugar había más de veinte trabajadores, vestidos con batas blancas, cabello recogido, y unas gafas especiales de lente azul, que filtraban la luz cuando usaban sus artilugios.

Todos los visitantes estaban alucinados, encantados con las tomas de muestras, los apuntes sobre las pizarras electromagnéticas, y los hologramas de programas científicos que hacían recogidas de datos cuánticos. Estaba permitido tomar alguna que otra fotografía, pero sin utilizar el flash de las cámaras. Todos tuvieron que haber apagado sus dispositivos celulares para pasar al complejo, por motivos preventivos, y evitar las supuestas interferencias mundanas de los dispositivos, en los instrumentos profesionales del complejo.

A nadie le hacía gracia hoy en día no poder sacarse una selfie y twittear instantáneamente la ubicación de dónde estaban. Pero ya tendrían tiempo para presumir de su próximo lugar de prácticas, en el momento que finalizasen su carrera universitaria.

Algunos alumnos hicieron preguntas específicas sobre el instrumental que se utilizaba en esa planta, mientras los trabajadores continuaban en su fina labor, y Jason Lee se acercó hasta el grupo, dejando su bata blanca a un lado. Era un hombre de no más de treinta cinco años, con una identificación pinchada en la solapa de su blazer grisácea. Cabello largo y blanco –probablemente teñido–, peinado hacia atrás. Unas finas gafas de montura plateada. Rostro cuadrado, y porte elegante.

Spidergguk ⋆ Kookv [Chispasrojas]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt