El Divorcio

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Seguimos con los ensayos del baile de los XV años de Ash, mi mejor amiga, que aunque la quería y apreciaba mucho, ya no la sentía mía, o a mi lado, o caminando conmigo, sentía que había conocido a otras personas que se habían hecho más importantes para ella, entre ellas Karoll, una niña un par de años menor que nosotras, baja, bustona, con cabello crespo, eso me hacía sentir mal, porque su comportamiento había cambiado, y no solo conmigo, sino con su familia, ahora solo quería estar con su novio, y muchos problemas empezaron a suceder. Una noche, su madre vino a mi casa, llorando, preguntándome que si podríamos hablar, ella se sentía mal, sentía que no tenía a su hija que había criado y consentido con ella, - sé que no debería de decirte esto, pero si tu no quieres seguir siendo su amiga, lo entiendo, me agradó mucho conocerte y gracias por todo lo que acompañaste a mi hija- Me dolía mucho ese sentimiento porque era la primera vez que sentía que tenía verdaderamente una amiga, y me dolía aún más saber que tenía todo lo que siempre quise, una familia, papás que estaban pendiente de ella y de más.

Ensayos pasaron, y el más importante para mí fue en la casa de Nicole (tranquilos, ya casi hablo de ella), una noche, de mucho viento, a punto de llover, ensayamos el baile en la cuadra cerrada de Nicole, cerca a la casa de Stiven, recuerdo que yo llevaba una pantaloneta de malla negra con licra azul claro debajo, y una ombliguera azul ( podrán notar que es mi color favorito) - te ves demasiado hermosa- me dijo Stiven- ¿solo mostrona me veo bien?- claro que no, cualquiera con ese outfit se vería hermosa- okey- le respondí un poco enojada, al acabarse el ensayo, todo el mundo tomó su camino, y empezó a llover, sólo quedabamo Yañecito, Daniel, Stiven y yo, Yañecito decidió llevar a Daniel a su casa, mientras Stiven y yo nos sentamos en el borde del andén, a esperar que la lluvia escampara, - nosotros no tenemos fotos juntos- afirmó Stiven- es cierto- le respondí- sacó su celular, y limpió la cámara y en esas llegó Yañecito y nos iluminó con la luz de su moto, y nos tomamos nuetra primera foto, mojados y despelucados, el héroe de esa noche fue Yañecito, ya que sin importar la lluvia, me llevó a mi casa, y luego a Stiven.

Al siguiente día le llevé un paquete de galletas muu, como agradecimiento.

Y un día antes de la fiesta de los quince años de Ash, llegamos al lugar que sería la ceremonia para terminar de organizar todo, sin contar, con el aguacero que sucedería esa noche, donde calles se empezaban a llenar completamente de agua, y Stiven no llegaba. Casi una hora después Nicole me contó que estaba con otra niña, de cursos menores a nosotros, me dolió terriblemente, pero preferí no demostrar nada, al fin de cuentas, no eramos nada, esa noche cuando por fin llegó, antes de ensayar, estábamos todos reunidos en un pasillo, y le pedí el anillo- ¿qué? ¿por qué?, yo no lo he descuidado- ¿disculpa?- le dije- ¿Acaso no recuerdas cuando le pediste a Karoll ser tu esposa, ofreciéndole mi anillo, el que tan especial y recomendado te di?- Eres muy exagerada- me dijo- Nada más era jugando- Para mí no es un juego Stiven- me dió el anillo y se fué-

Pasada esa noche era el gran día de mi mejor amiga, y me fuí a peinar a la casa de Nicole, su mamá siempre era la que nos arreglaba para cualquier acto cultural y éste no sería la excepción- El pastuso es muy lindo- dijo doña Zuhey- A mi me gustaría que fuera novio de Nicole, es todo un caballero- jaja mi mamá también dice que es un buen hombre- le contesté- yo sería feliz con un yerno como él- 

Al final cuando se llegó la hora de que nos arreglaramos para la fiesta, cogí mis cosas y mi padrastro junto a mi mamá me llevaron, estando allá Camila me ayudó a ponerme el vestido y los tacones, luego nos acostamos en una silla a escuchar música, mientras Stiven y Karoll estaban sentados en el piso justo al lado nuestro, verdaderamente se sentía tan incómodo. Después de hacer el vals de Ash, tomarnos las fotos y cenar, nos pusimos a bailar, amo bailar, pero esa noche que había esperado tanto para disfrutar, fue en realidad una noche donde me puse a tomar el mismo coctel toda la noche en una mesa, mientras veía a Stiven perrear con una niña.

365 DÍAS CON ÉLWhere stories live. Discover now