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Nombre: ___ ___
Edad: 15 años
Altura: 1.75cm
Color de cabello: negro
color de ojos: dorados
Comenzamos ...
Narra: ___
Estaba en mi habitación haciendo la tarea y escucho que tocan mi puerta.
___: Está abierto-dije sin dejar de hacer lo que hacía, abrieron la puerta y la persona que entro me abraso por los hombros.
___: Hola ¿que necesitas zuku?- deje el lápiz y mire a un peliverde que tenía su cabeza en mi hombro mientras me sonreía.
Izuku: Ya termine la tarea y quise venir a pasar el rato ¿ necesitas ayuda con algo?.
___: No ya casi termino- zuku me soltó y fue en dirección a mi cama, se acostó y sacó su teléfono.
Izuku: Oh, está bien, entonces esperare- me sonrió y yo le devolví la sonrisa para continuar haciendo la tarea.
Un rato después ...
Ya termine la tarea y ahora me encuentro abrazando a zuku mientras ambos estamos recostados en mi cama.
Izuku: Oye ___ ¿recuerdas cuando te pedí que saliéramos?- dejo de mirar el techo para mirarme a mi.
___: Si, lo recuerdo ¿porqué?- también lo mire.
Izuku: Estaba tan nervioso por como reaccionarias y no sabes cuánto me alegro que me correspondieras- me regaló una hermosa sonrisa que hizo que mis mejillas se pusieran rojas.
___: Yo también me alegro de que me lo hayas dicho- me moví para que el pequeño peliverde no viera mi cara.
Hace 2 años ...
Narrador:
Se veía a un peliverde de 13 años caminando a la casa de su amigo...
Izuku no había podido dejar de pensar en ese pelinegro de ojos dorados, lo había conocido a los 8 años y a ___ ni siquiera le había importado que no tuviera un quirk y era muy bueno con el.
Cada vez que miraba a su amigo se ponía muy nervioso, ese lindo cabello negro, esos ojos dorados tan brillantes, sus mejillas se volvían rojas cada vez que le decía un cumplido, su cara se veía muy adorable cuando comía dulces, tenía un quirk poderoso y sin usarlo seguía siendo muy fuerte, después de analizarlo por días se dio cuenta que le gustaba, por lo que se propuso decírselo hoy mismo, sólo que había un problema...
No tenía ni idea de cómo hacerlo, lo pensó hasta el cansancio pero su cabeza no podía pensar las palabras con las que le diría lo que sentía, tenía miedo no solo de no encontrar las palabras, también de que ___ lo rechacé.
