Hurricane. | c.t.h

3.

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Después de ese abrazo, nos quedamos mirando en silencio el paisaje hasta que Calum vuelve hablar:

-Hailey sé que no tienes confianza en mí y te he dado muchos motivos para que así sea pero quiero ayudarte de la manera que tú lo has hecho conmigo.

-Agradezco que quieras ayudarme, pero esto es demasiado complicado para que pueda explicarlo y muy doloroso.

-Prometo que no saldrá nada de este sitio. Hailey tú no eras así.

-¡Tú no me conoces Hood! ¡No sabes nada de mi vida!-chillé desesperada.

-¿No te acuerdas de cuando competíamos en los mismos concursos? ¿No recuerdas la vez que nos pillaron pintando el decorado del musical de primavera?

Le miré con el ceño fruncido por no recordaba ninguna de las cosas que me había dicho, él interpretó mi gesto y sacó su móvil, tras un minuto buscando algo en él me le tendió, lo cogí y lo recordé todo. Era una foto nuestra en posiblemente mi último concurso después de todo lo que paso, estábamos sentados juntos, un pequeño Calum sonreía a la cámara mostrando que uno de su dientes de leche se había caído orgulloso mientras yo salía haciendo un gesto extraño a su lado. Me sentí incómoda por no recordar esta fotografía porque obviamente mostraba que era feliz por aquel entonces. Miré a Calum y él empezó a hablar con tranquilidad, como si estuviera hablando a un niño pequeño:

-Teníamos seis años, todo iba bien. Habíamos coincido en algunos concursos y shows por eso nos recordábamos, recuerdo que siempre hablabas de lo impresionante que sería hacer un dueto juntos, nuestros padres decían que sería adorable pero siempre respondíamos que no queríamos que fuera adorable, si no que fuera espectacular y difícil de olvidar. Nunca lo logramos hacer.-dijo sonriendo triste.- Desapareciste durante años, mis padres no sabían cómo explicar a un crío que la chica con la que siempre había querido cantar se había ido y no sabían cuándo podría volver o si pensaba volver. Era muy duro, años más tarde nos volvimos a ver, aunque tú no te diste cuenta de mi presencia, estabas creo que con Peter no me acuerdo de la persona en particular estabas sonriendo y hablando como si nada hubiera pasado, como si nunca te hubieras ido como si sólo hubiera sido un día más. Me dolió mucho verte porque significaba que me habías dejado atrás y que yo no sabía cómo arreglar las cosas o que hacer. Más tarde, cuando empezamos el instituto te volví a ver allí, te guardaba un poco de rencor por todo lo que había pasado y justo entré en el equipo de fútbol, tú te empezaste a cuidar niños y me di cuenta de lo mucho que nuestros caminos se habían separado.

Quería llorar, le había hecho daño, había hecho daño al niño que siempre me sonreía cuando era pequeña, con el cual robaba las gominolas de otros niños. Me sentía fatal y le abracé, y con ello rompiendo a llorar. Mi vida había hecho sufrir a demasiadas personas de las cuales algunas yo no tenía ni constancia. Susurré mientras seguía llorando:

-Lo siento, lo siento muchísimo.

-No pasa nada, Hai todo está bien. El destino ha querido que nos veamos de nuevo. Y eso significa una nueva oportunidad.

-Sí, supongo.

Después de un rato en el que estuvimos en completo silencio, pasó el bus correspondiente a la hora y nos subimos en él, nos sentamos en uno de los asientos del final, y apoyé mi cabeza en la ventana. Otro pequeño viaje en silencio creí que me esperaba pero no sabía cuanto me equivocaba:

-¿Vas a ir esta noche al club?

-Supongo, se lo he prometido a Peter, no quiere quedarse a solas con Grace.

-¿Alysson Grace? ¿Enserio?

-Está obsesionada con mi mejor amigo es realmente aterrador.-dije riendo.

-Lo es la verdad.

-Calum sé que esto te va a sonar raro pero no le cuentes a nadie que hemos hablado por favor y cuando estemos en la escuela deberíamos seguir con nuestras "peleas".

-¿Por qué Hai?

-Quiero seguir siendo invisible, no quiero que de la noche a la mañana la gente me empiece a ver. Me gusta ser la chica rubia que fuma y se esconde del mundo y que Calum Hood chincha cuando se aburre.

-Si es lo que quieres eso haré pero me tienes que prometer una cosa.

-¿Qué cosa?

Sonrió travieso y me agarró de la mano con suavidad y susurro:

-Que cantarás esta noche.

-¿Estás de broma? Calum no voy a cantar esta noche ni de broma.

-Entonces no me quedará más alternativa que el lunes sentarme en tu mesa durante la hora de la comida y hablar contigo.

-No serías capaz.

-Pruébame ángel.

-No soy un ángel.-repliqué molesta.

-Para mí sí. Entonces ¿cantarás esta noche?

-¿No hay otra cosa que pueda hacer por ti?

-Creo que no, pero si se me ocurre algo te lo diré.-concluyó dándome un papelito con su número.

Suspiré cansada y volví a mirar por la ventana sintiendo la mirada de Calum sobre mí pero no iba a hablar más. Así que el resto del camino lo pasé en silencio hasta que llegamos a la parada en la que nos íbamos a bajar, cuando ya estuvimos fuera del autobús ambos miramos como el vehículo se alejaba para después irnos cada por su camino. Llegué a mi casa con un paso lento y perezoso, Calum me la había jugado y tendría que cantar para seguir siendo lo que soy, una estudiante invisible. Cuando abrí la puerta principal de mi casa no se oía ni una mosca, supongo que mi padre estaría en el instituto trabajando en sus archivos y las estrategias para el partido de mañana, y Shawn se habría ido a casa de Harry, el cual era su mejor amigo. Así que subí hasta mi habitación y miré en mi armario para ver que ponerme, en estas situaciones me gustaría tener como mejor amiga a una chica y no al idiota de Peter. Encendí la radio y empezó a inundar la habitación la voz de Sia, maravillada tuve la mejor idea del mundo. Iba a cantar Chandelier.

Horas más tarde y tras querer matar a Peter nos encontrábamos en frente del club. Como era normal un viernes por la noche estaba a reventar lo cual me ponía más nerviosa. Buscaba con la mirada a Calum porque no estaba lista para cantar no quería hacerlo, no después de todo lo que paso la última vez. Pasamos dentro y automáticamente me dirigí a la barra donde pedí una botella de agua, cuando me giré para mirar al escenario me encontré con la mirada de Calum y me preguntó:

-¿Nerviosa?

-Como si no hubiera un mañana. No puedo hacerlo.

-Claro que puedes. Tengo otra opción.

-¿Así cuál?

-Canta conmigo.

-¡¿Qué?!

-Canta conmigo la canción que quería cantarle a Rena, ayúdame a superar esto.

Le miré confundida ¿Y ahora que mierda hacía? ¿Lo ayudaba y así superaba mi miedo escénico dejando así el pasado atrás? ¿O seguía siendo una cobarde que se escondía en las sombras sin superar nunca sus sueños? ¿Qué debo hacer?