1er Premio #InChainsContest

234 12 15
                                    


PLAYING WITH FIRE (Gotiketa)

Abrí los ojos en medio la oscuridad, prácticamente total, de la que era mi habitación desde hacía relativamente poco tiempo; aunque para mí supusiese una eternidad según en qué momentos. Solamente pude adivinar las formas y sombras de algunos de los objetos gracias a la anaranjada iluminación de las farolas del exterior. Las gotas de lluvia repiqueteaban al golpear el cristal de la ventana, recordándome que no había dejado de llover desde que salí por ahí con Nero.

No pude evitar esbozar media sonrisa irónica al pensar en el sumiso del pelo morado y en lo valiente que me parecía al haber seguido con su vida después de toda la mierda que había tragado. No iba a admitirlo en voz alta, pero agradecía su ayuda, aunque me costase creer que fuese tan desinteresada como decía. Me tumbé boca arriba con las manos bajo la nuca y me di cuenta de que mi cuerpo volvía a estar tenso después de una sesión con los otros sumisos. La aparición de Dragan en aquella sala mientras Gem jugaba con nosotros me incomodó, e hizo que la sangre bullese dentro de mi cuerpo.

Detestaba a aquel tipo, y para colmo, le mentimos a la Rottenmeier cuando él se pasó de la raya con Soren. Me di cuenta de que, aunque no me caía especialmente bien, mi instinto me hizo detener a aquel depredador sádico cuando el otro le dijo «rojo». Tampoco se me pasó por alto cómo le habló el esqueleto a la jefa y dudé de si ella se lo contaría a Val o no.

Inspiré hondo y escuché un trueno de fondo, estaba cayendo una buena. Muy en el fondo agradecía no tener que estar bajo la humedad y el frío, vagando por las calles sin tener dónde guarecerme o esconderme. Sabía cuidarme, no obstante, la seguridad que me procuran estas cuatro paredes y tener a alguien con León a mi lado era algo indescriptible.Un golpe sordo me indicó que no era el único que estaba despierto y pensé si no sería el momento del desayuno para Leon. Consulté la hora en el móvil y vi reflejada en la pantalla que eran las tres de la madrugada. Me di la vuelta e intenté dormirme de nuevo, sin embargo, me fue imposible. Era una de esas noches en las que todas las putadas se pasean vívidamente por tu maldita cabeza hasta el punto de volverte loco y, en este caso, fueron las hojas manuscritas que dejé sobre la almohada de mi... De Leon.

Mediante el consejo de Ariel le hice conocedor de mi oscuro pasado y parte del de mi hermano. Al principio pensé en volver y quemarlas. Incluso temí una pelea que acabase conmigo en la calle al abrir la puerta de la habitación y llegué a pensar que sería mejor si se las quitaba de las manos con mi habitual hosquedad al verle ya en su dormitorio. Gruñí por lo bajo y cerré los ojos, con suerte no tardaría en dormirme.

Un pitido me hizo abrirlos y volví a gruñir. Aquello era el microondas. Me incorporé y retiré la colcha de la cama antes de poner los pies el suelo, levantarme y dirigirme hacia la puerta. La abrí sin apenas hacer ruido y me encaminé hacia la cocina estilo americano, donde encontré a Leon sacando una taza de aquel cacharro y untando con mermelada unas tostadas que ya llevaban mantequilla de cacahuete. Su cara de deleite al mirarlas no tenía precio. A mi me parecía extremadamente empalagoso, pero para gustos...

—¿A qué viene tanto ruido? —Pregunté con fingida molestia y, al verle darse la vuelta para fijar sus ojos verdes en mí, añadí—: Eh..., Señor.

Leon parpadeó como si le sorprendiese que estuviese deambulando por la casa a aquellas horas. Me fijé en que tenía aspecto de ser incapaz de conciliar el sueño y dejó en la estrecha encimera que separaba la cocina del comedor la taza de leche caliente y las tostadas.—Disculpa si te he despertado.

Cabeceé intentando indicarle que no importaba y miré la leche caliente. Seguramente una de esas no me vendría mal para conciliar el sueño. Como si me leyese la mente, alzó las cejas y señaló su bebida.

In Chains: UndercoverOù les histoires vivent. Découvrez maintenant