6🤎. Señor Mango

14 7 1
                                    

Farid


Me estacioné frente de la casa de Rommel, había venido a buscarlo al Igual que como hace dos días y no aparece.

Temía que después de haberse ido a declarar amor con la chica de la panadería le haya pasado lo peor. Lo que menos necesito ahora es un amigo muerto o en su defecto, herido.

—Buenos días, señora ¿Ya se encuentra Rommel? —Pregunté.

—Igualmente Farid. Sí, acaba de llegar dale tiempo que se bañe —saludó y me invita a ingresar a la casa.

Esperé, esperé y me desesperé.

—Hola, me dijo mi mamá que me habías venido a buscar. Imaginó que quieres saber por qué me desaparecí —dice al instante que sale de su cuarto.

—Estas en lo correcto —admito.

—A ver pues, hablé con Otylia. Aceptó ser mi novia ya que lo que sentimos sí resultó ser mutuo —rie mientras me cuenta. —Su papá nos descubrió hablando y a ella no se le ocurrió nada más que decir que quería trabajar con ellos. Y como eso fue tan oportuno, me envió a retirar pedidos a la ciudad ya que no podía ir a verlos alguien más. Además de que soy un imán de desgracias, me quedé con ese carro dañado llegando a ese sitio y con lo justo para regresar; tocó decirle a alguien que no conozco de la nada que me venga a dejar y que le pagaría cuando lleguemos porque no tenía ni un sucre para tomar agua.

Solo podía observarlo, no me lo creía del todo sin embargo tampoco dudaba de aquello.

—Al parecer sí que te han pasado cosas malas; pero yo te traigo una buena noticia —capto su atención con lo que le digo a continuación—. Un señor me contrató para hacerle una jaula a una mascota y esa tarea te la asignaré a ti porque yo tengo que terminar una base de cama y otras cosas.

»Dato importante, la dueña de la jaula es la costurera.

—Sí, eso está muy bien. Si no es molestia estaré predispuesto desde el día de mañana —informa.

—Sí no hay problema —comenté.

Habían pasado dos semanas y días desde que había ido a casa de la costera con Elinay

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Habían pasado dos semanas y días desde que había ido a casa de la costera con Elinay.

Era jueves por la mañana y tendría que ir de nuevo donde ella con Rommel.

Cuando llegamos escuchamos una fuerte risa, intercambiamos miradas confusas con ya que eso no parecía provenir de una persona, al menos no de una persona cuerda.

—¡Buenas tardes! —Grita mi amigo llamando a la casa.

—Ya voy —ella levanta su voz en respuesta.

Pasaron unos instantes y la pelinegra se asomó al corredor.

—Buenas tardes —vuelvo a saludar—. Vengo a tomar medidas para la jaula de su mascota.

Você leu todos os capítulos publicados.

⏰ Última atualização: Jun 25, 2023 ⏰

Adicione esta história à sua Biblioteca e seja notificado quando novos capítulos chegarem!

El florecer de los GuayacanesOnde histórias criam vida. Descubra agora