DIFÍCIL BATALLA

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(Narrador: Ludmila)

Querido diario: hace un rato llegue de la escuela y como de costumbre , fue un día horrible pero esta vez fue más horrible de lo común. Desde que le confesé mi amor a Ian, se volvió todo una pesadilla para mi, ir a la escuela es un infierno. Ian, se encargo de contarle a todo el curso lo que paso esa noche y ahora todos se burlan de mi, mis compañeras son muy crueles, hablan de mi aún estando a unos pocos centímetros de ellas.  Hoy se burlaron de mi y fueron muy crueles e hicieron que toda la clase se ría de mi, incluso, Ian, el bastardo de Ian. Por más que este enamorada de el, ahora lo odio, porque el también se burla de mi, se burla de mi amor para con él. Me sentí tan mal, me siento mal, tengo el corazón partido porque jamas me iba a imaginar eso de Ian, para mi es todo y es el amor de mi vida. Cuando escuchaba sus comentarios, cuando volteaban a verme y a reírse de mi, sentí muchas ganas de llorar y salir corriendo pero me contuve aún que, cuando no me veían, derrame un par de lagrimas, sentía un nudo enorme en la garganta, sentía que mi cuerpo temblaba, que mi respiración era muy acelerada pero de repente se acortaba y ya no podía respirar bien, como si me estuviera ahogando. Toda mi tarde de clases fue así, en el recreo fui al baño y me encerré hasta que se terminara el recreo, ya que, en el salón no me quería quedar y a mi hermana Agatha no la quiero ver y menos a Jakobo, ese maldito se burlaría de mi y no me dejaría en paz. Y como si eso no fuera suficiente, por toda la escuela anda circulando un vídeo mío en el que, se me ve en ropa interior dando un discurso arriba de un sofá en la discoteca, así que, ademas de mis compañeras, tengo que soportar las miradas de todos en la escuela . Con respecto a esa noche, no sé qué me paso, ni siquiera recuerdo de lo ocurrido pero por ese error, también me lleve el castigo de mi Padre, ahora no puedo salir a ningún lado más que ir a la escuela y regresar, me prohibió todas las salidas, incluso discotecas , pero siendo sincera, es mejor ya que, no quiero que nadie más se burle de mi. Soy un mar de lagrimas, ahora lloro más que antes y ya no tengo ganas de vivir, no sé por qué sigo viva, si a nadie le importo. Ni siquiera a mi familia, mis hermanos tienen sus vidas y mis Padres... bueno mis Padres son un caso perdido. Ahora esta todo muy mal en casa, mi Padre no aparece por ningún lado, no responde nuestros llamados, no responde los llamados de mi Madre y ella esta muy mal. Por lo que me entere, Papá no le fue infiel y luego, Mamá hizo algo que, a Papá lo enojo mucho y por eso decidió terminar su relación y ahora Mamá esta echa un trapo de piso. Todo eso, también me pone mal porque cada vez, nuestra familia se va deteriorando, se va destruyendo y eso me duele mucho, yo quiero que mis Padres estén juntos como antes, que todo sea como antes. Porque a pesar de las cosas feas que pase desde pequeña con la discriminación que me hacían en la escuela, mi familia siempre fue lo mejor, mis Padres me mimaban mucho, al igual que a mis hermanos, siempre nos cuidaron, nos mimaron, siempre nos trataron de lo mejor, así que, por esa parte tuve una buena infancia. Y ahora extraño eso, tengo mucho miedo lo que pueda llegar a pasar, Papá si no la tiene a Mamá, se va a descontrolar y yo no quiero que maten a mi Padre o que lo encierren. En fin, son muchas cosas y estoy destrozada, sólo espero poder seguir adelante. 





*dejo de escribir y guardo mi diario intimo, me seco las lagrimas con mis manos y luego, bajo a la cocina a cenar. Los únicos que están son, Agatha y Jakobo, ni pienso cenar con ellos así que, agarre mi plato y un plato para mi Madre, voy a cenar con ella* 





Ludmila: mamá permiso... *entro a su habitación y me siento en la cama, a su lado* traje para que cenemos juntas 


Carla: gracias hermosa *me da un beso en la frente y luego, agarra su plato* 


Ludmila: cómo estás mamá? come 


Carla: no tengo mucho hambre, hija 


Ludmila: tenes que comer y alimentarte bien *hago que sostenga los cubiertos para que coma* 


Carla: cómo estas vos, hija? te veo los ojitos tristes 


Ludmila: si, estoy triste... 


Carla: por qué amor? contame 


Ludmila: no... es por el vídeo *miento* sólo eso, me da vergüenza que todo el mundo lo vea 


Carla: ya te dije que no tenes que tener vergüenza por eso, un vídeo no te define, sos mucho más que eso *acaricia mis manos* no tenes que hacer caso a los comentarios ajenos *la abrazo muy fuerte por unos segundos*


Ludmila: gracias mamá, vamos a cenar, se enfría... 




*cenamos con mamá y luego, me quede con ella mirando una serie hasta que las dos nos quedamos dormidas* 

LA FAMILIA VALESKAWhere stories live. Discover now