CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE.

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Nuevo capítulo por fin ❤️

Espero que les guste mucho, recuerden dejar sus votos y comentarios. Se los agradecería.

Sin más, nos leemos si veo mucho amor, el lunes 🥵

Sin más, nos leemos si veo mucho amor, el lunes 🥵

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DREEY.

Miré la escena frente a mí y me armé de toda la paciencia posible para no caer en niveles bajos de sadismo o algo más.

Mucho más.

Quería a ese imbécil muerto. Quería asesinarlo con mis propias manos y no dejar rastro suyo encima de la faz de la tierra. No era un santo, en mi vida había hecho miles de cosas y no pretendía arrepentirme por aquellas, sin embargo, jamás había sido del tipo que se ensuciaba las manos por otros. ¿Para que hacerlo si tenía el suficiente dinero para que lo demás se ocuparan del desastre por mí?

Pero... Esto era diferente, muy diferente.

Estaba tentado a llamar a Dalkon para preguntarle que tan bien podía encubrirme de un asesinato de primer grado, porque no solo deseaba deshacerme del inepto del ex de Francheska, sino también del padre de éste, el cual en ese momento estaba ahí.

La noche anterior Esmeralda nos había encontrado a mí y a Francheska en el bosquecillo, no perdió los nervios cuando vio el cuerpo inconsciente del bastardo y simplemente me ordenó llevarlo adentro, en donde ella se ocupó de él por el resto de horas.

Nadie durmió, Francheska les explicó a sus abuelos que había sucedido en un rápido y cero entendible español, mientras yo jamás alejaba mi mirada verde de aquel bastardo y soñaba con torturarlo con mis propias manos. Quería borrarlo de la existencia no solo por todo el daño que le hizo a ella, sino también para que nunca pudiera volver a usar su asquerosa boca para denigrarla y avergonzarla.

Daryl Gerard.

El padre del imbécil se había presentado a primera hora aquella mañana después de que Esmeralda lo llamó para informarle "el accidente" que había ocurrido. El hombre, el cual no parecía tener más de sesenta años, llegó al lugar con una extensa y deliberada amabilidad.

Miró fijamente a su hijo —el cual recuperó el conocimiento desde temprano y me observó con odio—. Y después preguntó con total naturalidad que había sucedido.

Gabriel le explicó algo en español, mientras el otro asentía. No presté mucha atención a aquello, primero porque no entendía del todo el maldito idioma y, segundo, porque Francheska no había dejado de ver al hombre en total silencio e incluso con pavor.

Iba a matarlo a él también, sí. Dalkon ya se encargaría del desastre.

—Basta —le dije en voz baja, pero firme a ella, cuando me acerqué más a su persona y toqué discretamente la parte baja de su espalda—. Está casi temblando.

ALEVOSÍA  [+18]Where stories live. Discover now