CAPÍTULO SETENTA Y CINCO.

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Espero que el capítulo les encante tanto como a mí. Como siempre, recuerden dejar su voto y COMENTAR cada párrafo.😾

No olviden apoyar la historia y nada, quizás nos leamos pronto porque, se vienen caps hermosos 🥹💚💛✨

Sin más, síganle.

***
FRANCHESKA.

Estaba segura de que me encontraba en alguna clase de paraíso del cual no quería irme jamás.

Mi cuerpo dolía por todo lo que Aleksander y yo habíamos hecho en la madrugada. De hecho, en mi cuerpo, aún podía sentir tatuadas sus manos por la manera como me tocó y me marcó.

Había sido perfecto.

Estar con él me hacía darle sentido a toda esa espera de tres años, porque estaba segura de que nadie más me tocaría y me haría sentir lo que me hacía sentir él.

Mi cuerpo vibró ante el recuerdo de él mordiendo mi garganta mientras me tomaba desde atrás y me decía con voz ronca:

—A la mierda todo, Francheska —sus manos se habían enterrado en mis caderas, mientras su ritmo aumentaba, dejándome sin aliento—. Fuiste mi mujer tres años atrás y lo sigues siendo ahora. Nada cambió y punto final.

Su mandato y posesividad fueron suficientes para llevarme a un nuevo orgasmo y cederle en cualquier cosa que él deseara.

Daba igual que tanto yo deseara ser firme, cualquier orden que él me diera con ese tono ronco y sus manos puestas en mí, sería un rotundo: Sí.

Aleksander realmente se tomó su tiempo conmigo y no es como si me quejara. Mi cuerpo dolía un poco, pero repetiría esa madrugada una y otra vez.

No sabía con precisión que hora era, pero el sol ya estaba en su máximo esplendor y pese a que intenté esconder mi cabeza debajo de una almohada, no logré hacer mucho, porque Aleksander ya estaba despierto y ese hombre no sabía lo que era dormir hasta tarde.

—Nena —dijo, besando mi espalda.

—No —me quejé—. Vete, quiero dormir.

Escuché su risa, mientras sus labios acariciaban mi espalda.

—Ya es hora de despertarse.

—Es temprano —me quejé.

—Francheska, son las dos de la tarde.

—Sigue siendo temprano —susurré.

Volvió a besar mi espalda y me estremecí al sentir la caricia. No sabía que extrañaba aquello, hasta que lo tenía de regreso.

—Le hice el almuerzo —me indicó—. No quiero que sea tan tarde y no haya comido nada.

Mi corazón se calentó ante sus palabras y sonreí contra las sábanas.

—Pero, hay un problema.

Me giré para enfrentarlo y me maravillé ante la vista de su atractivo rostro y ese cabello suyo que era tan rubio que no podía evitar cuestionarme si había sido besado por el sol.

—¿Qué pasó?

—Tenemos visita —respondió, analizando mi rostro—. Te prometo que no invité a Sienna y a Dalkon, pero están ahí abajo —puso cara de fastidio—. Tenemos dos opciones: Ignorarlos hasta que se vayan o, por otra parte, bajar, saludarlos y pedirles sin amabilidad alguna que se larguen.

Me reí.

—Aleksander.

—Te vas mañana, no quiero compartir a mi mujer con nadie.

ALEVOSÍA  [+18]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن