Cap. 8: El amor es como estar en el hospital...

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El amor es como estar en el hospital, nadie se lo espera, los días parecen eternos, nada sale como quieres, nunca tienes el control de lo que pasa, todo el mundo cree que definitivamente estás enfermo, pues te comportas de una forma extraña…

El amor debilita, lo mismo que permanecer en cama, tú te sientes muy bien, muy sano, todo con tal de dejar de estar en tan incómoda situación, y sin embargo no te dejan ir… y cuando al fin te dan de alta, cuando el amor al fin se acaba, ya nunca más eres el mismo… puede ser la ocasión incluso que extrañes el hospital…

El ambiente estaba muy tenso, segundos antes de que el referí diera la señal, era  hora de la ofensiva, de atacar, Sesshoumaru ya había dado indicaciones a cada uno que debía hacer, y una vez enterado que su hija no se encontraba mas entre los espectadores, pues se había trasladado junto con Sango al hospital para estar con Miroku, ahora su padre podía ser tan agresivo y violento como quisiese, y ella nos e preocuparía pro él, Naraku iba a pagar cara su osadía, no sólo había lastimado a Miroku sin razón, o quizás porque él era la razón era que estaba así de molesto, sino que su hija lo había presenciado y lo que menos quería era generarle mayores preocupaciones a la pequeña, no podía dejar de ver en su mente la violencia innecesaria con la que habían atacado a su pareja ni el grito de su hija en las gradas… cerró sus ojos para calmarse… “enfócate Sesshoumaru… tiene que pagar… Naraku…va a pagar…” abrió sus ojos y los posó decidido sobre el policía, la jugada dio inicio, Inuyasha hizo el movimiento de lanzamiento, pero en realidad le entregó el balón a Kouga quien se encontraba a su lado, todos los del equipo contrario se compraron el engaño y fueron tras Byakuya, Naraku estaba más interesado en no dejarse sorprender por Sesshoumaru  y se mantenía a buena distancia de él, no porque le temiera, pues si algo tenían en común era poner su vida en peligro y no temer al dolor con tal de salirse con la suya, no, Naraku no le temía a Sesshoumaru, pero sabía que hacerlo de esta forma llevaría al bombero a un nivel de desesperación que lo desconcentraría, y entonces él atacaría y se vengaría de todas las que le había hecho, sí, ese era el plan de Naraku, por su parte Sesshoumaru anticipándose a dicho plan del policía usaba a Byakuya como carnada, la indicación fue clara, déjate alcanzar, sólo se cuidadoso para recibir el golpe y la caída, y Byakuya sin entender del todo el plan hizo lo que se le decía…

-          Ahhhh… - dos de sus ex compañeros policías lo tiraron al piso con fuerzas contrarias por lo que el quejido del chico de inmediato llamó la atención de Naraku… “¡maldición olvide decirles que no lastimaran a Byakuya!” de inmediato y sin pensarlo por un segundo corrió para quitárselos de encima, violentamente jaló a los policías mientras les reclamaba…

-          ¡inútiles!! ¡¿Cómo se atreven a golpearlo así?!! ¡¿Cómo se atreven a ponerle un solo dedo encima?!!! – Byakuya quedó pasmado, ¿acaso se preocupaba por él? ¡¿públicamente se preocupaba por él?!!! Debía ser mentira, un sueño, una cruel ilusión, simplemente no podía ser…pero de hecho, lo era…  tan pronto Naraku logró quitarlos de encima notó a Byakuya muy entero, tanto que le miró retador, incluso notó la ligera sonrisa del chico dibujada en su rostro, pues Byakuya veía que Kouga pronto llegaría a la zona de anotación, se sentía satisfecho de haber ayudado a bajarle un poco el ego a Naraku y hacerle perder por primera vez desde que llegó al pueblo aquel campeonato que bien sabía le daba mucha importancia, Naraku al fin entonces notó que Byakuya no tenía el balón, se levantó y lo buscó en las cercanías, de pronto escuchó el gritadero por la anotación, pero ¿Cómo podía ser? ¿Cómo lo habían timado tan obviamente? “me engañaron… Byakuya se prestó para que me vieran la cara de estúpido… Byakuya… ¿me traicionó?...” aquella sensación tan dolorosamente desagradable le recorrió el cuerpo, no estaba acostumbrado a la derrota, y definitivamente jamás se esperaría que Byakuya se prestara para hacerle algún mal,  Naraku sabía perfectamente lo mucho que había herido al chico, incluso para sí mismo aceptaba el hecho que se le notaba mucho mejor sin él molestándolo, pero también juraba que lo amaba con devoción y no podía representar para él jamás una amenaza, eso pensaba Naraku hasta ese justo instante…  miró de nuevo a Byakuya sin poderlo creer, aquella sonrisa estúpida que manifestaban sus labios herían el corazón orgulloso del hombre que dijo jamás podría dejar de amar, y ahora lo traicionaba para ayudar a sus enemigos, para ayudar a su ex amante que no lo habría sido en primer lugar si Naraku no se lo hubiese solicitado a Byakuya, ¿Cómo podía ser ahora que todo se le viniera en contra?... Naraku se sentía invadido por demasiadas emociones, que no pudo analizar, pues apenas logró girar para ver a Byakuya cuando sintió un fuerte dolor  en el costado izquierdo, todo había salido de acuerdo al plan de Sesshoumaru, quien en cuanto lo notó distraído y una vez logró pasar la barrera que lo defendía, corrió frenéticamente  contra el jefe de policía para “devolverle el favor”, ante Byakuya aquella rudeza innecesaria lo dejó frío, Sesshoumaru lo había usado, si, esperaba que lo atacara pero no creyó que fuera así de brutal, tan brutal que el bombero lo atacó desde abajo levantándolo y haciéndolo colisionar contra el piso después de haberlo levantando, tan brutal que Byakuya juraría que escuchó todos los huesos de Naraku crujir, pero sobre todo estaba muy preocupado al notar que la cabeza del policía había golpeado contra el piso e incluso rebotado, y esto quizás sea la principal razón por la cual Naraku perdió el conocimiento al instante, aun así Byakuya juraría que cuando cayó al piso pudo notar en aquella expresión de dolor físico y sorpresa una de confusión ¿Por qué me has hecho esto?, era lo que los ojos de Naraku a juicio de Byakuya le dijeron antes de que todo se oscureciera y se desmayara; Sesshoumaru se levantó muy sonriente, ni cuenta  se había dado que había dejado inconsciente a Naraku, y probablemente por el  estado en el que se encontraba tan vengativo no le hubiese importado, repetiría la hazaña de ser necesaria, Byakuya se levantó e instintivamente fue hacía ellos…

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