Cap. 10: amor es como una resaca...

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El amor es como una resaca, no sabes como la obtuviste ni qué hacer con ella, pero al llegar pone tu vida de cabeza, una que parece reventar, tienes mucha sed de más y más, y lo peor de todo es que así como para la resaca pro alcohol lo mejor es más alcohol pero dosificado, el mejor remedio para la resaca amorosa  es mas amor pero esta vez bien dosificado…

El sonido del timbre despertó muy de mañana a Miroku, con pesadez se levantó, anoche había sido la peor de sus noches en mucho tiempo, la lejanía de su cama, de su casa y energía a la que está acostumbrado le hicieron casi no dormir en absoluto, ya había avisado que ese día se tomaría la mañana y esta la tarde iría a trabajar… esperó pensando que Byakuya abriría la puerta, pero ante la insistencia de ese muy molesto timbre tuvo que levantarse…

-          ¿Quién molesta a las 6 de la mañana en casa ajena? – dijo malhumorado, si algo tenía Miroku es que  se ponía de muy mal humor pro las mañanas, mas si no ha dormido bien… abrió la puerta y no fue tanta su sorpresa al ver quien estaba delante suyo… - Kouga… oooohhhh – bostezó mientras acomodaba con los dedos un poco sus cabellos… - ¿Qué pasa?...

-          ¿siempre sales así a recibir a la gente?

-          ¿de qué hablas?... – Miroku se revisó, había salido en bóxers, ni cuenta se dio en qué momento se semi desnudó en la noche… pero en lugar de tratar de cubrirse le dio lo mismo…

-          Como si fuera el primer hombre que ves así, o como si fueras el primero que me mira así… ¿Qué haces aquí? A no me digas… deja ver si Byakuya está… - se dio media vuelta – pasa… igual lo harás…

-          ¿alguien amaneció de malas verdad?

-          ¿alguien amaneció muy suspicaz verdad? ¡Byakuya!!! – gritó mientras iba por una taza de café que buena falta le hacía… - creo que no está… quizás tenía el turno de madrugada…

-          ¿seguro que está bien?

-          No soy su niñera, y tampoco la necesita… - dijo mientras le pasaba una taza a Kouga….

-          No… supongo que no… ¿y tu no trabajas?

-          Hasta la tarde… tengo que ir a mi…digo a la casa de Sesshoumaru por ropa, como notarás me hace falta… - entonces Kouga se tomó el tiempo de dibujar con su mirada las líneas del contorno de Miroku, tenía un cuerpo envidiable, figura esbelta y bien formada, piel blanca y tersa… entonces Miroku se sintió algo incomodo… - ejem… ¿todo bien?

-          Si… cla… claro… creo que me voy… tengo cosas que hacer…

-          Si claro, ya noté que estás por ir a trabajar… que tengas buen día…

-          Gracias… tu igual…

-          Oye Kouga… - Miroku lo retuvo de la muñeca…

-          ¿Qué cosa?

-          Quizás fui muy duro contigo el otro día, no es mi asunto lo de Byakuya, pero es buen chico y me preocupo por él, y también por ti…

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