Capítulo 1

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Tan pronto como me di cuenta de que no estaba donde creía estarlo noté como un sudor frío recorría mi espalda sin parecer querer parar pronto.

Mis ojos escanearon los alrededores, aparte de todas las bizarras personas que se encontraban a mi alrededor me percaté de que nos encontrábamos al aire libre.

Estábamos en el punto más bajo de lo que parecía ser una caldera cuyas montañas parecían medir millares de kilómetros, su cumbres diluidas en un oscuro mar de nubes.

Asumí que el lugar había tenido épocas mucho mejores a la actual debido a que sus bosques estaban masacrados, quedando solo sus tocones; gigantes agujeros en el suelo que ni de broma se habían producido de un modo natural y cientos de pequeñas criaturitas que parecían vivir en paz incluso cuando se distinguían restos y cadáveres de sus pequeñas familias por los alrededores.

Se podía deducir que era de noche incluso sin su característico resplandor debido a las vastas nubes que cubrían el lecho nocturno.Era una noche fría, debían hacer como mucho 7°C.

Además de aquellos pequeños animales que no podía reconocer, las únicas señales de vida que habían en el lugar eran los extraños que se encontraban a mi alrededor.

-¡Os dije que se despertaría si me convertía en una tía guapa! Los hombres podemos ser muy fáciles de predecir.

Miré hacia donde venía la irritante voz para darme cuenta de que venía de la chica que me había despertado.

De repente la chica me saluda con la mano mientras sus rasgos faciales, cuerpo y pelo cambiaban por completo.

Ahora ante mí se encontraba un chico de más o menos mi edad, quizás un poco menos. Tenía una gran sonrisa plasmada en su rostro incluso cuando le faltaba una de las paletas. Su pelo era bastante corto y desenfadado aunque a los lados, delante de sus orejas, tenía dos trenzas hechas con cuero que acababan con unas pequeñas cuentas de colores. Su cara y hombros estaban repletos de pecas y lunares, dándole así un aspecto un tanto inocente. Sus ojos eran de un marrón profundo pero brillaban como si de perlas se trataran y su pelo era de un pelirrojo bastante oscuro. Las orejas que tenía seguían siendo puntiagudas. Su complexión era flaca y era algo menos que la estatura media.

Sus ropajes eran desgastados, llevaba una camisa sin mangas de color verde muy pálido, casi beige y unas bermudas de color verde oscuro sujetadas por un cinturón marrón. Tenía unos calcetines negros que le llegaban a la mitad de la canilla y unas botas marrones.

Me retraigo un poco procesando el hecho de que alguien acababa de cambiar de forma delante de mis narices.

Pensé que se parecía un poco a alguien conocido, pero no puedo recordar bien. Directamente me dí cuenta que en verdad no me acordaba de nada de mí salvo mi nombre y de dónde vengo, lo que me hizo darme un golpe de realidad incluso más fuerte que el anterior.

-¡Este tío está flipando todavía!- Incluso cuando su tono de voz podía sentirse molesto, no se le veía mala persona.

De repente, una figura emerge de detrás del desconocido y le toca el hombro.

-No deberías asustar al chaval, debe de estar igual de confundido que nosotros- Su voz era mucho más grave y varonil que la anterior

Esta nueva figura era mucho más alta y esbelta que la del chico que se encontraba de frente a mí.

Lo primero que resaltaba de la esta eran sus anchos hombros y notados pectorales incluso cuando llevaba una holgada camisa gris oscura encima. Su pelo era negro y bastante corto, aunque estaba algo rebelde al contrario que el resto de su apariencia.

DespertarWhere stories live. Discover now