• 14 • / Maratón 4-?/

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Julia Recalt

En efecto, cada vez entiendo menos a los hombres.

Y también a mí, porque me gustan dos.

"Me enamore de las dos, quiero estar con las dos"

Era lo único que Juani y Pipe me decían cada vez que me veían en el descanso.

- Pipe.. ¿Vos sabés que tengo una amiga que se enamoro de dos? - hablo Juani, y me miró. - Uno que la busca para chapar y otro que la re confunde. Pero ella no suelta a ninguno. - volvió a mirarme.

- Alta bobi - exclamó Pipe. Ambos me miraron

- Fua, la re tienen conmigo, la re puta madre. - bufe. Mire hacia la puerta, Enzo y ¿una chica? - ¿Que onda? - miré confundida a los chicos.

- Vola, boluda - Juani me agarró dándome la vuelta, yendo hacia las escaleras.

- ¡Julia! - grito Enzo. Me gire, Juani me impidió el paso.

- Distancia, Julia. - me recalcó mientras abría un poco más los ojos, Juani no sabía lo que había pasado hoy a la mañana.

- Voy a ver qué quiere, y de paso, saber quién es esa. - Juani asintió resentido, yo baje los escalones que había subido y fui directo a Enzo y la chica.

Ah, ya sabía quién era..

- ¿Que paso, Enzo? - suspiré y moví mi pelo para atrás, mientras esperaba que hable.

- Bayona dijo que me tenías que maquillar, que ya tengo que ir volando para grabar. - cada tanto pasaba mi mirada a la chica que tenía al lado él, no sabía que hacía ella acá.

- Bueno, dale.. vamos a la habitación ahí tengo todo. - Enzo asintió y comenzó a caminar detrás mío, y la chica también, hasta que frené. - Perdón, pero, ¿Vos a qué venís? - le dirigí la palabra a ella. - Ni siquiera sé que haces acá.

- Soy la novia de Enzo, así que él me invitó a verlo en las grabaciones. - eso me cayó como balde de agua fría.

- No digas pavadas, Micaela. - la miro mal, después me miro a mi que estaba confundida. - Nomás nos cruzamos, pero ella ya se va. - Enzo la miro señalandole la puerta. No dijo nada y se fue.

Enzo y yo subimos, en el momento que entramos sentí sus manos rodear mi cintura y besar mi cuello.

- Te extrañaba ya, ¿Me contas que hablaste con Agustín?

Enzo me dió la vuelta, sin retirar sus manos de mi cuerpo.

- Unas cositas, nada importante. - hable seca. Él me miro extrañado, me tomo por el mentón tratando de que lo mire, mi mirada solo se encontraba en cualquier lado menos en Enzo.

Me seguía poniendo nerviosa.

- Ey, mírame. - hablo con su voz grave, sentí que se me erizo la piel.

-¿Que pasa, Enzo? - solté una corta risa.

-¿Vos me estás escondiendo algo? - me miro serio, me aleje de él.

• 𝙏𝙀𝙉𝙏𝘼𝘾𝙄𝙊𝙉 • | Enzo Vogrincic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora