48. Martin cocina

2.1K 156 9
                                    

Cuando terminan los ensayos de la gira, Juanjo y Martin pasan unos cuantos días separados. Juanjo tiene varios eventos por Barcelona y Zaragoza, y Martin tiene ensayos de Mariliendre en Madrid. Esto para el vasco significa aburrimiento absoluto, odia cuando están lejos y odia dormir solo.

Juanjo no para, va a un evento de patrocinio con Violeta en Barcelona. Luego tiene el "Meet And Greet" en Zaragoza, donde cientos de personas van a verlo a él, y solo a él. Luego lo invitan al Instituto Aragonés de la Juventud, donde se reúne con fans que han ganado sorteos para estar allí, escuchándole a él. No se puede creer que realmente haya gente que lo admira tanto.

A todo esto, Martin es un alma en pena, actúa como si Juanjo se hubiera ido a la guerra. Todos sus amigos se compadecen de él, Kiki y Ruslana pasan un día con él en el piso, haciéndole compañía y jugando a la Nintendo. Arrate lo visita, y lo entretiene ayudándole a decorar el piso (lo "bohemizan" con fotos decorativas en blanco y negro, velitas, cuadros, flores secas...). Incluso Irene, la mejor amiga de Juanjo, queda con Martin y Arrate, en vista de lo desgraciado que está el chico. Esos días llama a Juanjo continuamente, aunque solo sea para oír su voz durante 1 minuto.

Y al fin, Juanjo está ya en el AVE hacia Madrid, impaciente por ver a Martin, hoy día 23. Le parece extrañísimo que solo hagan 4 meses juntos. Han pasado tantas cosas que siente que llevan juntos toda una vida. Y a la vez parece que fue ayer la fase 1 del casting. Entra en Instagram y ve que la cuenta de OT ha anunciado el casting completo de Martin. "Es verdad," piensa, yendo emocionado a YouTube, "¡era hoy!". Ya tiene entretenimiento para el viaje.

El vídeo dura 1 hora pero se le hace cortísimo. Lo retrocede unas 4 veces para volver a ver la actuación de la Fase Final de Martin. Podría oír esta versión de "Make you feel my love" mil millones de veces. Recuerda perfectamente el momento en que lo vio en vivo y en directo, pero él ya no es la misma persona. Y todo gracias a Martin. Le trae tantos recuerdos... Martin y él encontrándose en el hotel. La forma en que parecía empeñado en conocer a Juanjo, y lo rápido que él se enganchó del vasco. Cómo Martin le daba toda su atención y lo valorado que lo hacía sentir. Y ahora están enamorados y se han cambiado la vida el uno al otro. Juanjo se emociona al pensarlo... Necesita ver a Martin ya.

Cuando baja del tren, va directo a la estación de metro. Ve un puesto de flores lleno de rosas rojas. "Claro," piensa, "hoy es San Jordi." Sonriendo para sí, compra un ramo pequeñito con 3 flores para llevárselo a Martin. Enseguida llega a hasta casa.

Martin está en la cocina un poco estresado cuando oye la llave abriendo la puerta.
—¡Hola!
—¡Do! —exclama Martin, dejándolo todo y corriendo a la puerta. Juanjo, con la mochila en la espalda, lo recibe sonriendo, y este se tira a sus brazos a abrazarle.
—Hola, mi vida. Te he echado de menos. —le dice Juanjo en voz baja.
—Joder, yo más. Necesitaba estar contigo ya.
Se separan y ambos sonríen. Martin mira abajo, a la mano de Juanjo.
—¿Me has traído flores? —pregunta, sonriendo.
—Rosas. —dice Juanjo, dándole el ramo. —Por Sant Jordi.
—¿El qué? —dice Martin, oliendo las rosas con una sonrisa.

—Da igual. Es una fiesta catalana, los enamorados se regalan rosas y libros. —explica Juanjo.
—Mi enamorado. —dice Martin, dándole un beso. —Yo te he traído un libro, lo de las rosas no lo sabía.
—¿Qué libro?
—El de Álvaro. Álvaro Jurado. Me ha regalado uno y me ha dado otro para mi "pichurri".
—Jo, ¿de verdad? Pero qué mono. Le tengo que mandar un mensaje. Yo también tengo un libro para ti, eh.
—¿En serio?
Juanjo abre la mochila y saca un paquetito. Martin le arranca el papel de regalo, emocionado.
—Es de poesía... creo que te va a gustar, es muy bonito.
—No te creo... No podrías haberme regalado algo mejor. Me muero, me muero de amor. Te quiero muchísimo, Juanjo... —dice, abrazándolo con fuerza. —Jo, y yo no te he comprado nada.
—No tenías que comprarme nada, amor. Además, ya sabes que no leo una mierda. —ríe Juanjo.

—¡Ah!, y feliz 23, mi Do. Cuatro meses juntos. —dice Martin, enterrando su cara en el cuello de Juanjo y besándolo con ternura.
—Te amo, mi chico. Feliz 23.
—Eres el mejor novio del mundo. —dice Martin.
—No. Eres tú. Y yo me muero de hambre. ¿Hay comida? Sino pedimos algo. —propone Juanjo.
—Es que... a ver, espera. Dame quince minutos, ahora te aviso.
—Pero qué misterioso... —sonríe Juanjo, mientras Martin lo empuja hacia la habitación.

—Y no entres a la cocina. —dice el vasco, antes de salir corriendo a terminar lo que estaba haciendo. El aragonés se asea y se pone el pijama, emocionado por ver qué ha preparado Martin. Sea lo que sea le va a encantar, solo el hecho de que se haya preocupado en preparar algo hace que se vuelva a enamorar de él mil veces más.

Martin se apresura a sacar las empanadillas del horno, rezando porque no se hayan quemado. Luego mete la pizza con forma de corazón a hornear y en lo que espera bate la mezcla para el mousse de chocolate. Sí, se lo ha currado. Cuando consigue la textura adecuada vierte el postre en dos vasitos y luego apaga el horno y saca la pizza, y la coloca cuidadosamente junto a las ocho empanadillas en una bandeja. Saca una cerveza y un Nestea de la nevera.

—¡Juanjo! ¡Ya puedes ir al salón! —grita.
El aragonés se sienta en el sofá, expectante, nervioso, emocionado.
Martin entra con cuidado cargando con la bandeja, incapaz de no sonreír.
—No te creo. —chilla Juanjo.
—Feliz aniversario, Do. —dice Martin dejando la comida en la mesita de delante del sofá.
—Pizza de corazón, es que te como entero. —dice Juanjo, levantándose a achuchar a Martin y llenarle toda la cara de besos. —Y empanadillas, tenía un mono de empanadillas...
—Lo sé, lo dijiste el otro día. —contesta Martin, su voz sofocada en el abrazo de Juanjo.

—Voy a por... —comienza Juanjo.
—No, siéntate. Yo traigo todo.
Martin corre a la cocina y trae cubiertos y las bebidas, y coge el mechero de Juanjo para encender la velita de la mesa. Le abre la cerveza a Juanjo y se sienta a su lado.
—Ya está. —dice el vasco dándole un besito en la mejilla.
—Te quiero, mi amor. Feliz aniversario, eres lo mejor que tengo. —le dice Juanjo, en voz baja, y tras un beso corto empiezan a comer.

Juanjo engulle las empanadillas.
—Me muero. Lo ricas que están, joder, me comería doscientas. ¿Las has hecho tú?
—Sí. Bueno, venden una masa hecha en el súper. He hecho lo de dentro... Bueno, y me ha ayudado un poco Ruslana.
—Están increíbles. Quién diría que fui yo el de Masterchef, eh. Voy a cortar la pizza.

Juanjo se coge un trozo para él y le da otro a Martin.
—Hmmm, Dios, que buena. —dice el aragonés con la boca llena. —¿Qué lleva?
—Todo mi amor.
—Ayyy, ¡te como! Mi bebé, gracias. Joder, qué rico está todo. —dice Juanjo, dándole un beso en los labios llenos de harina de la pizza. —Esta es la mejor cena que he comido nunca.
—Exagerado.
Se comen todo, no dejan ni una empanadilla. Juanjo se echa para atrás en el sofá, con las manos en la tripa y una sonrisa en la cara.

Martin, misterioso, se levanta a por lo que falta. Coge dos cucharillas y lleva los dos vasitos de mousse al salón.
—Ni de coña, ¿esto también lo has hecho tú? Amor, yo te compré un libro pero se queda corto... —dice Juanjo.
—Es mousse de chocolate. Nunca lo he hecho, no sé si estará bueno, eh. —avisa Martin.
—A ver. —contesta Juanjo, abriendo la boca para que Martin le dé una cucharada.
Juanjo cierra los ojos saboreándolo, y le quita el vasito de la mano a Martin.
—Está buenísimo, no me jodas. Estoy alucinando. —dice, disfrutando del postre.
Martin lo prueba y sí, está bastante aceptable. Ha sido todo un éxito de cena.

—Gracias por la comida, mi vida. Te amo muchísimo. —dice Juanjo cuando acaban, empujando a Martin para que se acueste de espaldas en el sofá y colocarse encima de él, juntando sus labios en un beso.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinWhere stories live. Discover now