La primera vez que Mangel llamó a Rubén, estaba duchándose, y no llegó a responder, la segunda llegó al buzón de voz debido a que Rubén no se decidía qué quería este tío con él, tampoco se decidía qué quería él con este tío.
¿Y si estaba leyendo mal sus intenciones? ¿Y si Mangel solamente era así? ¿Y si trataba así a todos sus amigos hombres, y él ahí creyéndose toda una historia?
Parecía una tía llegando a la pubertad.
Aun así, con bromas y todo, le preocupaba la situación. ¿Y si, todo este tiempo estuvo equivocado, y le habían gustado los tíos desde siempre? No, no tiene sentido...Nunca había sentido con nadie, ni tía ni tío, lo que siento por este gillipollas, nunca me tembló la voz, ni me puse tan nervioso al hablar con alguien, me hace sentir que debo impresionarlo, pensar dos veces lo que diré o haré, me hace dudar.
No le respondió al teléfono, ni aquél día ni al siguiente. Se planteó llamarlo él, pero siempre se encontraba presionando el botón rojo apenas el chico respondía con un amistoso y a la vez incrédulo "¿Hola?"
Idiota, idiota. Se rebanaba los sesos, pensando cómo tocar el asunto sin parecer muy apresurado. No podía ir a verlo como "Eh, tío, entiendo que te gusten las pollas y todo eso...pero a mí no me va mucho el asunto..." No, que eso quedaba muy mal.
Además, no estaba seguro de que a él "no le fuera".
Al día siguiente, le contestó.
"Loh sientoh, ¿te eh dehpertadoh?"
"No, no. Para nada..." Lo cierto era que sí, pero no iba a reclamárselo.
"Quería verificar que me habías dado el número correcto." Soltó una risa nerviosa que hizo que Rubén sonriese.
"¿Por qué no lo haría?"
"Pueh...la mayoría de loh tíoh me dan el número de algún amigo o esoh...páh dehacerse de míh, creo."
"Si no quisiese dártelo, no te lo habría dado."
"Lo séh, solamenteh eh cohtumbreh."
"Entiendo." Se encontró sonriendo una vez más. Idiota.
"¿Haceh algoh ehteh fin de semanah?" Preguntó, rompiendo el silencio. Rubén se lo planteó. ¿Haría algo? Definitivamente; averiguaría que era exactamente lo que Mangel quería con él.
"Estoy libre para ti, dime que hacemos."
"¿Noh echamoh una partidah al mortal kombat?"
"¿En el mismo lugar?"
"Sih...o, puedeh venih a mi casa sih quiereh..."
Rubén se quedó de hielo ante esa frase.
"Veré si me dejan, ¿vale?" Dijo, riendo.
"Te tomo la palabrah, tío."
