Lisa aún seguía en el taller, había pedido permiso a su jefe para quedarse más horas y conseguir más dinero. Su jefe había aceptado, ya que también ganaría dinero. Le dió las llaves y le pidió cerrar en cuanto se vaya. Las horas fueron pasando y Lisa seguía trabajando sin descanso, carro tras carro. Mantenerse en un lugar donde solo había agua, generaba un ambiente muy frío y estar empapada por lavar autos, tampoco ayudaba en mantener su cuerpo cálido.
Eran las diez de la noche, se mantenía sentada en una pequeña silla, a la espera de nuevos clientes, pero nadie llegaba. Estaba pensativa, decaída, no se sentía lo suficiente. Observó sus manos, llena de heridas y sucias. Estaría muy feliz de aquellas heridas si fueran por la cocina y no por cambiar llantas.
Había intentado hablar con conocidos restaurantes, pero nadie quería a alguien que no tenía un título o que corra el riesgo de tirar todo por sus débiles manos. Ella no deseaba terminar su carrera, aquello significaría mas tiempo en buscar dinero y menos tiempo en estar junto a sus hijos.
El dinero que gana no es suficiente para dos niños, el regalo de Moonbyul era lo que estaba ayudando por el momento, pero algún día se van a acabar y será en ese momento en donde la realidad la golpeará.
¿Con qué valor le puede pedir a Jennie ser su novia? Si no tiene nada que ofrecerle.
_Lisa - aquella voz la hizo volver a la realidad, frente a ella estaba su jefe, mirándola con curiosidad - ¿Por qué estás llorando?
Lisa tocó sus mejillas, estaba tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera se había dado cuenta.
_Solo...estaba pensando - se puso de pie - ¿Pasó algo? Me sorprende que esté aquí.
_A mí me sorprende que tú estés aquí, son las diez de la noche - se acercó al cartel de la entrada y lo metió al interior - ya voy a cerrar, debes descansar - tomó el borde de la reja - sal - pidió tranquilo.
_Aun puedo quedarme una hora más, no tengo problemas - respondió Lisa.
_Yo sí tendría problemas, eso sería explotación - se acercó a ella - ¿Tienes problema de dinero?
_Tengo dos hijos...
_Entiendo - asentía - ¿No estás conforme con este trabajo? - Lisa se tensó, no sabiendo qué decir - sé sincera, no tengo problemas.
_El trabajo no es malo...y no estoy diciendo que sea algo vergonzoso, solo que...
_Tranquila - pidió el mayor al ver su nerviosismo.
_Yo...expiro a algo más, señor. No quiero arreglar llantas y lavar autos toda mi vida.
_Y si...¿cambiamos un poco tu visión?
_¿Mi visión?
_En lugar de cambiar llantas y lavar autos, ¿No te parecería mejor una empresa que se encarga de arreglar y lavar autos?
_¿Y de dónde saco la empresa?
_Allí sí no sé - respondió sin expresión.
_Bueno, al menos intentó animarme - tomó su mochila - hasta mañana, señor.
_¿Te irás sola a esta hora? - preguntó con curiosidad - ¿Y tu terapeuta?
_Le dije que vendré tarde, seguro ya está dormida.
_Espera - el mayor se acercó a un extremo del taller y tomó unas llaves - ten - los lanzó y Lisa los atrapó en el aire, dudosa - usa el auto viejo, es más seguro. Mañana lo traes.
_Gracias, señor - sonrió agradecida.
_Espera - detuvo, pensativo - habías dicho que estabas estudiando gastronomía, ¿No? Para ser chef.
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¡No Es Mío!
FanfictionUna sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!