Capítulo 6

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Capítulo 6:

Nunca había experimentado una situación sexual, toda mi vida me la pase de ciudad en ciudad, nunca tuve tiempo de estudiar mucho menos de enamorarme. Al cumplir quince años me empecé a percatar de que varios cambios estaban sucediendo dentro de mí, lo cual no le pude poner mucha importancia ya que estaba concentrada en que Dylan y yo estuviéramos vivos.

No voy mentir Harry es un hombre atractivo pero la forma en la que me ha tratado me da asco, miedo, escalofríos, bueno en realidad eso es lo que mi mente dice, pero al ser tocada por él, mi cuerpo dice otra cosa.

Una vez que Harry se levantó de encima de mí, desato las cuerdas que me tenían retenida.

-No intentes siquiera escapar, no tienes dinero ni a donde ir – salió del cuarto dándome la espalda dejando perplejidad por a su acciones. Tenía razón no contaba con dinero, un hogar y mucho menos un hermano que me protegiera. Tenía la esperanza de que Dylan estuviera vivo, si había escapado no me importaba a pesar de que yo estaba aquí y el escapando lo iba a perdonar, ya había hecho mucho por mí y por otra lado si estaba muerto él no se merecía nada de eso.

Tome el valor de abrir la puerta para salir y enfrentar a Harry, quería que me contara la verdad de todo. Camine por el pasillo llegando a la pequeña sala de estar recorriendo con la mirada el lugar sin encontrar rastros de nada, camine pasando la sala para llegar a la cocina encontrándome con un Harry desnudo de la parte de arriba.

-Fingí toser llamando su atención – Vaya alguien quiere un poco más de diversión – hablo con una sonrisa burlona.

-Nada de eso – suspire frustrada – Hare todo lo que me pidas – pensé por un momento lo que estaba a punto de decir –Con la condición de que me cuentes el por qué estoy aquí.

-carcajeo- ¿Qué quieres que te diga? – Se burló – A demás no creo que cumplas nada de lo que estás diciendo – dio la vuelta dándome la espalda para seguir calentando su taza en el horno.

- Quiero que me cuentes porque fueron a buscarme tus hombres a mi casa justo hoy – hable enojada, habían arruinado mi cumpleaños sin siquiera saber una razón – Si tú me lo dices, are todo lo que me digas, sin protestar o negarme.

Un ruido se escuchó proveniente del horno sacándonos del profundo silencio en el cual nos encontrábamos en la cocina indicado que su taza estaba lista, retiro la taza dando media vuelta para dirigirse a una pequeña mesa ubicada en el mismo cuarto de la cocina – Siéntate – ordeno.

Dio un sorbo a su Té observando cómo me sentaba frente suyo con los nervios por fuera.

- Todo empezó por que tu tiraste una bolsa llena de mercancía muy importante para nuestro negocio – se inclinó haciendo círculos con su dedo en la boquilla de su caza – Nuestra trabajo consta en que Louis era su jefe y yo era el jefe de Louis, cuando me entere de lo estúpido que fue tu hermano la más común era que matara a Louis y a Dylan, obvio jamás mataría Louis ha sido mi amigo por años y a tu hermano solo lo conocía por lo que hablaban de el – me miro frió sosteniendo su mirada – decían que era el mejor en su trabajo – carcajeo – Claro, era mentira ya que no sabía negociar – se levantó de su asiento caminando a espaldas mía – Comprendo era un estúpido adolescente de diecisiete años. Cuando yo entre por la puerta y te vi sentada no te lo voy a negar me fascinaste – sentí como el calor se me subía a mis mejillas haciéndome sonrojar – Liam propuso que te mataramos, me negué, ya que tengo muchos planes para ti, los cuales te faltan por saber –sentí su mirada penetrante en mis espalas, lo cual me incomodaba e hizo que me diera la vuelta para encararlo – Propuse que mataron a tu hermano – El latir de mi corazón es precipitante e inestable y el terror recorre mi venas y me paraliza por completo – Nos contó la historia de tus padres, pensé las cosas eras una chiquilla de quince años, no sabías de la vida, no sobrias como sobrevivir ya que él era tu pilar, así que hicimos un acuerdo – su mirada era manipuladora y aterradora, no sabía si creerle- Le dimos un plazo, hasta que cumplieras la mayoría de edad él te entregaría a mí y a él mataríamos, el acepto ya que era eso o la matábamos ahí mismo. Durante los tres años que pasaron te teníamos muy bien vigilada por eso nos dimos cuenta de que quería que escaparas, al entrar al departamento donde estaban viviendo, Dylan ya no estaba ahí, lo más probable es que ya esté muy lejos, se escapó como la rata de alcantarilla que es, dejando aquí conmigo.

Una roca se ha instalado en la boca de mi estómago. No puedo moverme. No puedo gritar ni siquiera puedo respirar, las lágrimas amenazan con salir, pero estoy perplejidad y a la vez muy dolida, inconscientemente me levanto del lugar en el que me encontraba sentada, me siento atrapada y sola, intento respirar como se bebe, caigo de rodillas entre mis pies, no puedo pensar, de pronto siento como estoy sudando frió y como empiezo a temblar, mi cuerpo no reacciona a los gritos de la persona que se encuentra enfrente de mí.

- ¡Violet! ¡Violet! ¿Me escuchas? – una vez desesperada es lo que escucho mas no pongo atención ya que mi vista se nubla gracias a las lágrimas que brotan de mis ojos.

Unos brazos son enrollados alrededor de mi espalda, sigo sollozando pero mis respiraciones van mejorando, el sudor de mi cara y de mis manos han cesado, mis temblores se han detenido, me siento protegida e intento abrir los ojos pero las lágrimas en mis ojos no me dejen ver con claridad. Veo una silueta, veo su silueta, veo la silueta de Dylan... 


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