Prologó

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Prologo:

-Tenemos que huir Dylan, no tienes por qué hacer esto - murmuro la chica de ojos azules, la cual se sentía culpable por haberlo metido en este gran lío -. Piénsalo.

Los dos jóvenes se encontraban frente a las afueras de una bodega abandonada, ubicada en medio de los barrios bajos de Nueva York, el cual servía como fachada para los traficantes de la ciudad.

Diariamente Dylan iba ahí para poder recibir órdenes de su jefe el cual tenía un asunto muy importante el cual tendría que arreglar y no podría esperar. Era de noche, lo cual era aún más fácil ingresar aquel lugar.

Dylan se aferraba a su chaqueta de cuero negra, refugiándose en el calor de esta, repasando en su mente que es lo que le diría aquel tipo. Ya que tenía que entrar a solucionar las cosas sin importar las consecuencias.

-¿Qué no entiendes, Violet? ¡Este imbécil es capaz de volarme la cabeza en un tiro si es necesario! -grito.

La chica guardo silencio, y a pesar de la manera en la que le había gritado, entrelazo su mano con la de él. Estaba intentando comprender la histeria de su hermano, después de todo, él siempre estuvo para ella. En realidad, ella no había sido de mucha ayuda, al contrario, parecía haber sido gran protagonista del problema.

-Le debo casi la vida - el chico término rompiendo en llanto, jalándose fuertemente el cabello con las manos.

Fue entonces cuando ella realmente se preocupó por su hermano. Lo abrazo tomándole el auténtico peso de la situación. La chica había mostrado tranquilidad desde el principio, a tal punto en que se había ofrecido a acompañarlo para pedirle una gran disculpas al supuesto vendedor el cual había agredido físicamente sin tener idea de quien se tratase. -Te acompañare hasta las últimas consecuencias -le dijo al oído, decidida a ser leal a sus palabras, ya que ella era la culpa de tal suceso.

(...)

En silencio y sin soltarse de las manos, fueron sentados frente al gran Louis Tomlinso el cual no parecía nada contento.

-Veo que has traído a la chica, Dylan. -Dijo aquel chico, que de tan corta edad ya era el mejor traficante de drogas de Nueva York.

-Si...si, queremos pedirte una gran disculpa por lo que Violet ha hecho. -Dijo aquel chico sumamente nervioso por la situación en la se encontraban.

-Nunca me has fallado, siempre has hecho exactamente lo que te ordeno - Suspiro - Pero esta vez no pude hacer nada mas que hablarlo con los jefes.

-¿Los jefes? -Exclamo aquel chico sorprendido por a ver oído aquellas palabras, por lo visto no sabia que aparte de Tomlinson tenía otros 4 jefes mas.

-Si, Dylan, tienes otros jefes, no soy el único que organiza todo esto así que abstente a las consecuencias - sonrío después de decir aquellas frías palabras lo cual lo dejaron aun mas nervioso de lo que estaba. -Chicos entren tenemos que aclarar un asunto importante.

Por el umbral de la puerta entraron cuatro chicos sumamente atractivos, al igual que Tomlinson estaban repletos de tatuajes que se daban a conocer mucho a la vista.

-Por lo que me han comentado has cometido un grave error con la mercancía ¿No es así? - preguntó el ojiazul de pelo güero, posándose detrás de la silla de Dylan.

-Si... si señor - respondió Dylan con mucha culpabilidad en sus palabras.

-¿Que fue exactamente lo que paso? - preguntó el pelinegro.

-Lo...lo que paso es que Violet confundió la bolsa y tiro todo a la basura - dijo decepcionado al borde de la desesperación.

Violet se sintió sumamente culpable, sin querer y por falta de madurez tiro una gran cantidad de cocaina que se encontraba en una bolsa junto a la puerta del baño, había tenido una gran discusión con su hermano por ello, para no pudo hacer nada. Estaba confundida, aquel chico que se encontraba parado en el umbral de la puerta con sus brazos cruzados, no la dejaba de ver desde que habían entrado por esa puerta, se sentía desnuda por la penetrante mirada de aquellos ojos verdes, que a pesar de ser una mirada fría tenían un gran brillo dentro de ellos.

-Entonces matemos a la chica y ya - dijo aquel chico con mucha frialdad, Dylan se levanto de su asiento sorprendió y asustado por lo que acababan de decir hace un momento.

-No digas tonterías Liam, eso no pasara - dijo aquel chico, moviéndose de su postura de la puerta, para encaminarse hacia nosotros, haciendo una señal a Dylan para que se sentará. -Ella no tiene la culpa, la culpa es de este idiota que no se fija donde deja las cosa -dijo Harry sin despegarle la mirada de encima.

-Bien -afirmó Zayn - le aremos pagar las consecuencias por ser tan entupido. - dijo sonriendo con mucha diversión.- Lo mataremos -finalizó.

Possessive. © |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora