¿Qué fue de las anchas sonrisas y de las inocentes risas? ¿Qué fue de los sueños y de la imaginación desbordada?
¿Por qué no cogiste mi alma infantil y cruzaste los mares? ¿Por qué Wendy pudo visitarte y a mí, directamente, me abandonaste?
¿Cómo pudiste dejarme desolada en este mundo de hipocresía y desconcierto? ¿Cómo continuaré mi camino, si no soy más que un ciego en este tormento?
¿Dónde estás ahora, pequeño? ¿Dónde te escondes? Que por bien que busco, sólo en mi recuerdo te encuentro.
