Con motivo de que este 31 de Octubre se celebra internacionalmente Halloween, también conocido como Noche de Brujas, Noche de Difuntos o Noche de Todos los Santos decidí hacer cinco cuentos.
No puedes perderte estas "terroríficas" y a la vez diverti...
― Hazme un lugar "Rizos" ―pronunció Anna abriéndose espacio entre sus amigas Laura y Alexandra, mejor conocida por todas como "Rizos" por su espesa cabellera enrulada.
Alexandra había decidido hacer una pequeña reunión por ser la noche de Halloween y que mejor manera que contando historias de terror junto a sus otras cuatro compañeras de universidad que allí, sentadas alrededor de una pequeña fogata en la casa residencial de todas.
La madera de la fogata crispaba soltando pequeñas chispas cuando el viento se colaba por encima de las barandas del patio y los arboles se mecían creando el ambiente perfecto, uno con una luna llena que se asomaba por entre nubes grisáceas. La media noche había pasado hacia más de una hora y con el amanecer cerca, el frío se tornaba insoportable, obligando a las chicas a acurrucarse en gruesas mantas tejidas, beber ponche de chocolate y acercar de tanto en tanto sus manos al fuego.
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― ¿Quién sigue? ―preguntó Emily al resto, una chica de piel aceitunada y rasgos perfilados mientras tostaba un malvavisco en la punta de una rama, alzándolo de vez en cuando para saber si ya estaba listo.
― ¡Yo! ―saltó Nancy, alzando sus dos manos en el aire sin levantarse, acción que provocó que una risa se extendiera por el círculo.
― Pero ya has contado cinco historias en lo que va del rato mujer ―protestó Anna frunciendo el entrecejo― Me toca a mí ―continuo cruzándose de brazos en un acto infantil.
― Pero es que tus historias no dan miedo Anna, el año pasado casi nos dormimos durante tu recital de casi una hora ―reprochó Laura con tono de pesar.
―Pero esta vez la haré basada en una experiencia personal ―puntualizó con su dedo índice en el aire y luego sonrió a sus amigas.
― Uhhh ―Alexandra se estrujó las manos colocando cara pícara mientras se le formaban dos hoyuelos en sus mejillas, una de sus habilidades además de la arquitectura, era la de molestar a los demás y esa noche la elegida era Anna― "Basada en hechos reales", me encantan.
― Si, muy a lo "Le temes a la obscuridad" ―confirmó Emily y todas rieron.
― Bueno, bueno...comenzaré ―Anna alzó las cejas con diversión y adoptó un tono sombrío y misterioso; audible solo para los presentes― Todo comenzó la noche de Día de Brujas del año pasado...
Un grito desgarrador se escuchó y todos voltearon a ver de dónde provenía, Emily miraba con ojos de inocencia.
― ¿Qué? ―se quejó la ojiazul.
― Si me dejaras terminar quizás puedas gritar luego. ―se quejó Anna.
― Esta bien ―se disculpó la aludida alzando sus manos en el aire en señal de redición― Es que no me resistí.
