Capítulo 23

985 26 8
                                    

 La brisa era perfecta. Tenía una sonrisa dibujada en los labios. Me encantaba aquel lugar, se convertiría en uno de mis preferidos. No parecía venir mucha gente por allí y el lugar era espectacular. Un chico, que parecía no tener más de diez años, se acercó para observar el dibujo, se quedó atontolinado mirándolo con una gran sonrisa, el llevaba una pequeña libreta y un par de colores.

 - ¿ Has dibujado algo tu ? - le dije sonriendo.

 El chico asintió avergonzado y dejó ver un poco su cuaderno, con una gran sonrisa lo cogí y contemplé el último de los dibujos.

 - Vaya, no lo haces nada mal -dije sin dejar de sonreír. Seguramente de mayor sería un gran pintor, parecía hacerlo realmente bien.

 - Gracias - dijo una voz inocente y avergonzada. - Usted tampoco.

 - Tutéame, no soy tan mayor -dije ruborizada y sonriendo aun.

 - Lo siento.

 -No te disculpes pequeño. - Revoloteé un poco su pelo y volví a coger la paleta.

El chico se quedó mirando tras de mi, como terminaba el cuadro y una vez lo acabé, decidí dárselo como un pequeño regalo. El muchacho se fue muy satisfecho y agradecido. Habíamos quedado para volver a vernos y pintar juntos, me había caído realmente bien.

 Recogí las cosas y las guardé de mala gana en la mochila. Me puse los cascos del móvil, para escuchar algo de música mientras volvía a casa. Caminaba con la mirada posada en el suelo, total, no había nada más interesante que ver. Iba sumida en mi mundo, totalmente fuera del real. Tropecé con aquel chico ... Byron. La verdad es que no lo había visto desde que Ethan mantuvo . . . como decirlo, esa "conversación" con él.

 - Lo siento - dije sin saber aun que era él.

 - No, discúlpame tu a mi, iba distraído .. - ambos alzamos la mirada y nos quedamos callados, sin saber que decir. Él miró a otro lado rápidamente. - Espero no haberte hecho daño. - Su voz sonó mas cortante y seria, que aquella voz dulce y tranquila que había pedido disculpas.

 Fruncí el ceño y antes de que él prosiguiera su camino, agarré su brazo para que no se marchase.

 - Quiero hablar contigo.

 - Pues yo no . . .

 - ¿ No quieres ? - le miré confundida, eso había sido algo raro. Cuando lo conocí por primera vez, no pareció ser así.

 - No. - hizo por soltarse de mis manos y yo lo sostuve por un momento.

 - ¿ Por qué ?

 - Porque no puedo . . . porque no quiero - rectifico al ver que yo le miraba con una ceja enarcada.

 - Pues me da igual que no puedas o quieras, vas a hacerlo - vacilé.

 - Bueno . . . pero no aquí.

 Le miré confundida. ¿ Qué quería decir con eso ? ¿ Por qué no allí mismo ? Tampoco había mucha gente, no parecía ser "peligroso". Tras unos minutos de líos en mi cabeza y silencio entre ambos, dijo por fin :

 - ¿ Quieres realmente hablar ?

 - Sí.

 - Prométeme entones que no avisarás a nadie, y que será justo donde yo diga. Hora y lugar. - Sus ojos estaban fijos en los míos y parecía no vacilar ni un solo segundo. Parpadeé repetidas veces tras decirme eso.  - Prométemelo Alison.

 - Verás . . . no me gusta hacer promesas, pero te doy mi palabra - mi voz sonó temblorosa, justo como yo no quería que pasara. Tragué saliva.

No será solo un juegoWhere stories live. Discover now