When the day met the night

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¡Oh! ¿Seguís ahí? ¿Qué venís a oír como sigue la historia? ¿Qué historia? ¡Ah! ¡Brendon y Ryan! Sí, sí. ¿Dónde nos quedamos? Oh, pero si es mi parte favorita. Dejad que os ponga en situación.


Había pasado un mes desde que Brendon y Ryan se escaparon de casa en busca de la aventura musical de sus vidas. Su primera semana consistió en ocultarse de los hombres que habían enviado sus respectivas familias a buscarlos, pero eso fue más un entretenimiento que otra cosa. En su segunda semana habían conocido a otros dos jóvenes como ellos, Spencer y Jon, y habían decidido seguir juntos los cuatro.


Tal y como Brendon había previsto, allá donde iban eran aclamados por la audiencia, y a menudo convidados a su estancia, cena y múltiples bebidas. En ocasiones, su fama viajaba más rápido que ellos mismos, y en los pueblos los esperaban con emoción aún sin haberlos oído antes.

Pero no era exactamente como el joven Urie lo había previsto. Oh no, aquello era mucho mejor. Tenía unos amigos que lo acompañaban, tocaban con él y hacían que todo fuese como un sueño. Y el amor de verano...


Quizás al principio tubo sus dudas, él nunca había sentido nada parecido por un hombre, pero, al fin y al cabo, él nunca había sentido nada parecido por nadie.

¿Es esto la amistad más verdadera? -se preguntaba. Pero probablemente ni la amistad más verdadera incluía el deseo de besar a alguien cada vez que lo mirabas, ni las ganas de despertarte junto a esa persona cada día del resto de tu vida.

Por supuesto, ni se planteó decirle nada. Probablemente pensaría que era un enfermo y no querría saber nada más de él. Y si había algo que Brendon sabía que no podría soportar, eso era perder a Ryan.


Hacia mediados del verano, los dos chicos estaban más cercanos que nunca.

Aquella tarde acababan de dar un concierto en la plaza central de una pequeña aldea no muy lejos de Manchester. Los rayos de Sol tornaban el horizonte de un brillante color dorado, y la temperatura era agradable. Una ligera brisa removía los cabellos de los dos chicos.

-¿Quieres dar un paseo? -preguntó Brendon de repente.

-Claro. -contestó Ryan sonriente.

Brendon les hizo un gesto a Jon y Spencer, indicando que iban a dar una vuelta, y estos contestaron con otro gesto, dándose por enterados.

La aldea era tan pequeña que en un par de minutos estuvieron al final de esta, en la linde de un pequeño bosque. Se adentraron en silencio entre los árboles, hasta llegar a un claro, donde Ryan se paró a observar como el Sol se ponía.

-Es una lástima que se acabe el día. -comentó.

Brendon negó con la cabeza.

-Me gustan más las noches.

-¿Las noches? ¿Por qué? Todo es oscuro.

-No todo. Se ven mejor las cosas que brillan. -lo estaba mirando fijamente, pero Ryan no lo advirtió- Creo...bueno, te parecerá estúpido.

All Was Golden (Ryden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora