Parte uno

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Ella se mueve entre las sabanas sacándome de mis pensamientos, no me había dado cuenta de que la miraba desde el balcón, la luz del día calienta su espalda desnuda, hasta la curva de sus glúteos en donde descansan las sábanas blancas pertenecientes a mi cama.

Su cabeza se mueve en mi dirección, finalmente revelando su rostro oculto entre los mechones negros de su cabello, su frente se arruga a causa del fuerte sol, el invierno ya se ha ido y con el todos sus momentos.

Ella se acostumbra a la luz y finalmente abre los ojos de par en par, mi corazón late fuertemente en mi pecho, decepcionado, sus ojos son de un verde claro que encantarían a cualquiera, menos a un hombre que ya ha sido encantando por unos grandes ojos negros.

Ella sonríe hacia mí mientras yo le doy una calada a mi cigarro e intento recordar su nombre y la razón por la cual está aquí.  La observo y no hay dudas de que su parecido es la razón, solo que no es ella. No es _____.

-buenos días- su voz chillona provoca en mi fruncido de ceño, ¿Cómo es que la he comparado con ____?

-ya puedes irte- digo sin más ni menos, sabiendo que puedo recibir un taconazo de su parte.

Lección número uno: nunca cabrees a una mujer recién levantada.

Lamentablemente yo era un experto en eso.

-¿Qué?- pronuncia nuevamente su espantosa voz chillona.

-no eres sorda, ya vete-

Increíblemente ella se levanta como un robot a recoger sus cosas, al revelar su desnudez, no me inmuto de observarla, sus nalgas son firmes y su cabello negro llega casi a su cintura, se parece mucho a ____, pero, no lo es, simplemente _____ es demasiado como para que exista una mujer en el mundo que se le compare.

La desconocida se marcha y nuevamente me siento  solo y miserable, entonces la recuerdo.

-Harry esta casa es enorme- chillo ____ emocionada.

Llevábamos juntos 3 semanas y por primera vez en todo ese tiempo y después de tanta insistiera por su parte, la había llevado a ver la casa que pertenecía a mi madre, y según ella, su casa de ensueños.

-parece una niña- la pique sin dejar de obsérvala sonriente, ella arrugo la frente- ven déjame mostrártela toda a ver si sigues pensando que es perfecta-

-no es lujosa eso si- agrego caminando a mi lado, su mano tocaba todo a su paso como si de una niñita en una tienda de muñeca se tratase, mientras la otra era sostenida fuertemente por la mía- pero, con unos arreglos quedaría perfecta… ¡una chimenea Harry!- grito emocionada soltándose de mi agarre para salir corriendo hacia un gran hogar de rocas notablemente abandonado y completamente manchado de carbón, corrí tras ella para alcanzarla.

-cuidado amor, hay maderas sueltas en todos lados, no quiero que te hagas daño- abrace su espalda y ella recargo su cabeza en mi pecho, suspirando fuertemente.

-siempre he soñado con una casa grande fuera de la ciudad, es como si aún quedara parte del siglo XVIII en lo más escondido de este modernizado mundo- yo reí- no te burles.

-bueno al menos ya has encontrado a tu caballero de brillante armadura- bromee inflando el pecho tras su espalda.

-si claro, como eres tan valiente- se dio la vuelta quedando frente a  mí- ¿quieres que te recuerde el incidente de la araña?-

-oh, no te atrevas- grite tomándola entre mis brazos, alzándola hasta la alcoba en donde dormía, mientras ella gritaba y pataleaba- ahora tendré que hacerte el amor una y otra vez, hasta que olvides lo de esta mañana- le advertí antes de capturar sus labios en un apasionado beso.

 

Una ducha fría, congelada más bien, de esas que te sacan gemidos de dolor no basto para sacarla de mi mente, pero, si ayudo, al igual que los días anteriores en los que me decía que ya pasaría, que la olvidaría, pero, ese día nunca llevaba.

Hoy era un día de esos, que ya se hacían comunes desde que terminamos, el día número 15 para ser exactos, y todo seguía igual, en el mismo cuarto de hotel y con las mismas ganas de volver a tenerla en mis brazos. Pero ya era hora de actuar. No podía simplemente quedarme allí sin hacer nada con mi vida, mientras ella seguía con la suya como si nada.

Salí de la ducha decidido a hacer esa llamada que desde que terminamos no había tenido el valor de hacer. Los pitidos inundaron mis oídos y seguido de esto una voz femenina que me alegraba  de escuchar.

-¿Harry?-

-sí, no tranques por favor, sé que estas enojada conmigo, pero, necesito que hagas esto por mí- hice una pausa, pero, no una muy larga que le diera espacio al arrepentimiento- necesito que me envíes ese boleto de vuelta a Londres- ella no contesto- ¿Gemma sigues allí?- suspiro

-está bien, Harry, esta misma noche te lo envió, espero que estés seguro de lo que haces-

-yo también lo espero Gem. Yo también-

ahora si, la segunda parte la subire cuando hayan comentarios y votos. por favor solo se necesitan unos segundos para comentar, pero, estos me alegran el dia entero.

Idiota {harry styles}[hot] -Terminado-Where stories live. Discover now