Drunken Night [Jarry]

Capítulo 19: Mudanza

6 meses de embarazo; ya prácticamente no me podía mover. Entiéndase por esto, estaba gorda. Gorda. G-O-R-D-A. Ugh, ahora mismo no sabía si odiaba o me gustaba el hecho de estar embarazada. Estaba en proceso de mudarme con Harry. Si, tuve que soportar los celos de Perrie. Si, tuve que soportar también a Leigh diciéndome que Harry y yo aún no nos podíamos mudar juntos. Si, también soporté a Jesy suplicándome de rodillas que me quedara. 

Pero yo estaba embarazada de Harry, y éramos novios… así que si podíamos juntos. Y total, ellas al final terminaron comprendiendo.

-Te vamos a extrañar, Jade. –dijo Leigh apretándome en sus brazos.

-Chicas, no exageren. Me estoy mudando a una casa que queda a tres o cuatro cuadras de aquí. 

-No va a ser lo mismo despertar sin ti. –habló Pezz un poco apagada y haciendo un puchero. 

-Aw Perrie, yo también voy a extrañar que me lleves el desayuno a la cama. –respondí y la abracé. Ella suspiró y sonrió de lado un poco desganada.

-¡No te vayas! –dijo Jesy finalmente y me abrazó.

-Chicas, no hagan esto más difícil, ya saben que tengo dos nuevas e importantes responsabilidades… -dije mientras ponía una mano en mi crecido vientre-. Y sería raro si Harry siendo su padre no viviera conmigo.

-Y nosotras que pensábamos que Perrie iba a ser la primera en quedar embarazada. –espetó Jesy. Leigh asintió.

-¡Hey!

-¿Qué? Eso parecía. –se encogió de hombros Jesy.

-Pues las apariencias engañan. –respondió Pezz. Reí.

-¡Pero al menos acertaron lo del compromiso! –comenté. 

-Buen punto, Jade. –habló Leigh.

-¿Podrían dejar de hacer predicciones sobre mí? Gracias. –dijo Perrie un tanto fastidiada.

-Pero de nosotras tres, serás la primera. –dijo Jesy.

-Tal vez sea la primera, pero no por ahora. –Contestó Perrie fulminándola con la mirada-. La bebé no puede tener un bebé.

-Sí, aja… -dije. Reímos-. Así decían que yo era la tierna del grupo, y ahora mira.

-Jade y los niños van a pelear por las galletas. 

-Ja-ja, muy graciosa Leigh-Anne. –La miré mal-. Bueno, nos vemos en la noche. –me despedí recordándoles que en la noche nos reuniríamos. Le di un beso en la mejilla a cada una.

-¿Nos vamos? –preguntó Hazz que miraba la despedida callado. Asentí y él tomó la última maleta que quedaba; él ya había llevado las otras.

Al cabo de algunos quince minutos, Harry se estacionó frente a casa blanca con el techo negro y las ventanas también en negro. Era grande;  o al menos eso aparentaba. Bajé mientras el sacaba la maleta.

-Wow… -murmuré mirando la casa-. ¡Harry! ¡Me habías enseñando otra casa! La que quedaba cerca de tu antiguo apartamento.

-Lo sé; pero esa no era la casa. Quería que fuera una sorpresa -replicó sonriente-. Antesala, sala de estar, una amplia cocina, cinco habitaciones con baño individual, habitación de huéspedes; jardín gigante, baños principal y de visita, comedor, área de lavado, sótano, cuarto del servicio… ¿tu gusta?

-Wow, te memorizaste la casa. –el rió levemente-. Me encanta Harry. Era más de lo que yo esperaba.

-Bueno, pues… bienvenida a tu hogar. –dijo y me dio un beso corto en los labios. Entré a la casa detrás de él.