Los Planes De Flo.

Capítulo 5: violín.

Los días en el instituto se han vuelto tediosos y lo único que quiere Flo es regresar el tiempo y volver a los gloriosos días de verano. Pero eso solo es un sueño frustrado en su mente. Mientras tanto tendría que seguir soportando clases, profesores y odiosos estudiantes.

Al llegar a las áreas verdes del instituto cómo todas las mañanas, pudo percatarse de que su preciado lugar en las escalinatas está ocupado por un grupo de tontos. La verdad, es el asesino rubio que dice llamarse Artie, tiene una guitarra acústica sobre sus piernas y su mano izquierda en el mástil, con sus dedos pisando algunos trastes y su mano derecha rasgando las cuerdas que crean una melodía. Con esos simples detalles Flo pudo darse cuenta de que el chico es zurdo lo que le parece muy curioso. Tiene la mirada puesta en el instrumento, con suma concentración. Alrededor de él hay un gran grupo de chicas observándolo con rostros de estupefacción. Flo se ríe por sus adentros, todas se ven tan patéticas babeando por un iluso guitarrista criminal. De seguros son sus próximas víctimas si hablamos de un asesino en serie fuera de control, aunque eso es exagerar.

Flo se queda parada en medio de uno de los caminos de asfalto, observando la escena. No quiere acercarse demasiado y llamar la atención, aunque si está tentada a largarlos a todos de allí, pero se contiene. No quiere tener otro tipo de intercambio de palabras con él. Después de ese día en el taller no ha tenido que volver a tratar con Artie y está agradecida por eso. Aunque si ha caído en cuenta de que comparten una gran cantidad de clases y no le queda de otra más que aceptar su presencia dentro de unas cuatro paredes.

Él sigue tocando y Flo debe que admitir que de verdad es muy agradable lo que toca, crea cierto ambiente de paz y tranquilidad en los alrededores. Muchos cómo Flo se detienen a observar de paso. En un momento él levanta la mirada para ver a su público con una sonrisa, algunas chicas lo saludan y él asiente en dirección a ellas. Sus ojos verdes se conectan con la mirada de Flo, ella no entiende por qué eso siempre le sucede. La sonrisa de Artie se agranda al verla, pero ella no hace ningún gesto y aparta sus ojos cuando no deja de mirarla. Se da media vuelta y se estrella con un cuerpo. El chico la toma de los hombros y es Olly.

—Hey, ¿Llevas prisa? —pregunta al verla una tanto ajetreada.

Flo se coloca un mechón de cabello detrás de la oreja y sube su mirada gris hasta los electrizantes ojos azules del castaño. Hace una mueca con los labios y niega con la cabeza.

—No, es solo que... quiero irme a otro lugar.

Olly la observa detenidamente durante unos segundos. Mira por encima de ella hacia el grupo de personas que rodean al rubio y luego regresa a ella otra vez, hace un ademán con sus cejas hacia él y Flo frunce el ceño.

—¿Qué? —suelta sin entender.

—¿Ya viste al nuevo?

—Sí, créeme que lo he visto —dice con sarcasmo, pero él no parece notarlo.

—Es un engreído. Se cree gran cosa con su guitarra —bufa y rueda los ojos cómo si no lo soportara.

—Espera... ¿Eso que escucho son celos? Creo que allí estaba Taisha observándolo.

Olly pone los ojos en blanco.

—¿Celoso? Ni que fuera competencia. Me da igual, tu bien sabes que no soy competitivo y mucho menos por chicas. Es solo que me da mala espina.

—¿Sabes? A mí también me da mala espina. Pero mejor dejemos de hablar de él. ¿Qué trajiste de desayuno?

—Sándwiches.

—¿Los hizo tu madre?

—No, esta vez los hice yo.

—Bien, dame el mío.