»Parte Primera«

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I

Maldijo una y otra vez al ensuciar su par de zapatos recientemente comprados en el barro.
¡Qué cosa detestable!
El viento sólo despeinó su cabello y su ropa no se mantenía en su lugar con tantas maletas que debía cargar él solo.
Sollozó dramáticamente, no esperaba eso para su verano.
Pero no pudo contra sus padres. Ellos siempre ganan.
Observó a su abuelo acercarse. Su abuela se había limitado a quedarse mirando desde la casa.
—Tanta ropa bonita, hijo, no te servirá demasiado aquí. —Dijo con una sonrisa aquel hombre. Aunque no aceptara del todo aquella manera de ser, vestir y comportarse, era su nieto, y, al ser la imagen viva de su hija, simplemente no podía no quererle.
—Abuelo —Chilló Takanori.—No digas eso, es necesario verse bien, aún en este lugar en medio de la nada...
-Para lucirte ante los caballos, mira que son críticos muy duros de la moda. -Se había mofado aquel anciano y Matsumoto solo chasqueó la lengua, divirtiendo más a su abuelo.
Así había comenzado aquel primer día en ese 'Horrible lugar' como lo describió el pelinegro.
Y había hecho caso omiso a las palabras de su abuelo.
-En un par de semanas quedarás enamorado de este lugar, ya lo verás.
Él no había entendido eso. ¿Enamorado?
Su abuelo no dio más explicaciones, aunque Taka las pidiera. Por otro lado, su abuela le había hablado de las maravillas que había encontrado en tal lugar.
Seis maravillas.
El joven Matsumoto no podía comprender. Sus abuelos eran extraños a su parecer. Comportándose de esa manera tan convencida de que él amaría ese lugar.
Había decidido no darle mas vueltas a tal asunto. De todos modos no le incumbía a cabalidad.
Sólo que Takanori no esperaba que la primer maravilla que cautivaría su corazón sucediera la misma noche en que llegó.
El solía ser una persona demasiado preocupada por estar al día en todo lo relacionado a sus redes sociales.
Pero hablamos de 'El medio de la nada'. El servicio para celular no llegaba ni por más que lo deseara con todas sus fuerzas.
La brisa fresca daba con su rostro, y sintió un escalofrío, con un mar de sentimientos de nostalgia.
En ese momento es que se daba cuenta de la soledad que le rodeaba.
Allí, sentado en el balcón de la habitación que le había asignado su abuelo, descubrió la priner maravilla de ese lugar.
El cielo nocturno de aquel día de verano, estaba completamente cubierto de estrellas.
Nunca las había visto así, en su máximo esplendor.
Suspiró admirando y buscando aquellas constelaciones que de niño siempre le habían enseñado, pero que nunca tuvo demasiado tiempo como para darles importancia.
Suspiró embobado con aquel paisaje. Grabándolo a fuego en su memoria.
Tomó su celular, intentando plasmar aquella imagen en una fotografía.
Y ni él era consciente de que esa era su primer maravilla.
Tampoco era consciente de que tenía un vecino que se sorprendió de su llegada...

II

Habían pasado un par de semanas.
Aquello había sido un martirio para el joven Matsumoto que no sabía lidiar con la vida de campo.
Resignado intentaba espantar las gallinas que acudían a él, creyendo que traía su alimento.
Una vez dentro del gallinero comenzó a buscar los huevos en los nidos, dejándolos en una Canastita que su abuela le había dado.
Suspiró resignado, yendo de nido a nido.
Hasta que llegó a uno donde había una gallina sobre los huevos.
Frunció su ceño.
-Vamos, muevete. -Musitó intentando espantar a la gallina.
Infló las mejillas al ver que su intento no tuvo los resultados planeados.
-¡Ya vete! -Exclamó ahora dejando la cestita para tomar a la gallina y moverla por la fuerza. Error.
La gallina comenzó a rasguñar y dio un picotazo con fuerza a la mano de Matsumoto quien al sentir eso rápidamente la dejó.
-¡Ahhh! -Chilló de dolor viendo que le había hecho una herida que sangraba, lo que le espantó.
Salió del gallinero para ir corriendo hacia la casa, en busca de su abuela.
Chillando estaba mientras la anciana le ponía una curita.
-¿Qué hiciste para que la pobre reaccionara así? -Dijo riendo aquella mujer.
-¡Solo quise moverla para tomar los huevos! -Se excusó el chico escandalosamente.
La abuela negó con la cabeza.
-Te tratarán como tú les trates. -Advirtió y caminando lento se dirigió a la cocina dejando a un Takanori algo molesto.
-Iré a dar una vuelta por ahí... -Avisó suspirando.
Se puso de pie cuando su abuela dio el buen visto y se dirigió a cambiar su ropa.
Sin ser consciente de ese mínimo cambio.
Sus ropas lujosas se arruinaban con facilidad allí. Si andaría por ahí no quería arruinar sus preciados conjuntos.
Terminó luciendo sencillo. Mucho más a lo usual.
Y así fue a caminar, adentrándose en un pequeño bosquecillo del mismo territorio.
Esa tarde descubrió en el primer mes allí, su segunda maravilla.
Andando había dado con un lago cristalino de lo más hermoso. Algún que otro pato andaba por allí, había algunos pequeños que le hicieron reír.
Se ubicó sentado al lado de un arbusto, abrazando sus rodillas. Observando el paisaje.
Sin dudas era maravilloso.
Y entonces en su campo de visión apareció alguien.
Era un chico, no parecía ser demasiado mayor.
Su cabello era rubio, en una cresta.
Takanori se había sonrojado hasta las orejas al ver que el joven desconocido comenzaba a quitarse las prendas superiores, dejando ver un cuerpo de ensueño.
Sin embargo, y desconociendo el motivo, no apartó la mirada.
Estaba atónito.
El Joven Desconocido había comenzado a lavar su rostro y cabeza con el agua del lago, parecía agotado.
¿¡Cómo es que no le notaba?!
Hundió su rostro en ambas manos, sintiendo que ardía de vergüenza. Entonces sin importar si le veía o no comenzó a correr en dirección de regreso a casa.
No se detuvo hasta llegar. Estaba súper avergonzado.
Y había sido consciente de que aquel joven era muy guapo.
Llevó su mano hacia la frente en busca de comprobar que no deliraba por fiebre.
Aquello era demasiado extraño para ser cierto.
Suspiró llegando a casa. Su abuela se sorprendió de verle tan pronto allí.
Se excusó diciendo que tenía sueño y que descansaría un rato.
Por supuesto, la mujer no se negó, y así pasó a su lugar.
Sin embargo no durmió. Solo daba vueltas y vueltas.
Suspiró cerrando los ojos. Y la imagen de aquel chico rubio vino a su mente.
Y en ese momento no era consciente de que no seria la primera vez que no saldría de sus pensamientos...

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NilNineNilTrois Feliz cumpleaños ♡✧˖°

En las siguientes horas irán los otros dos caps \(ouo)/

Maravilla [RxR]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن