El Estúpido Chico Nuevo (RESUBIENDO)

Capítulo 1.

"Amar es destruir, y ser amado es ser destruido."

— Cazadores de sombras.

Recuerdo perfectamente la primera vez que lo vi, era algo inevitable no hacerlo, porque él siempre caminaba con una seguridad y arrogancia apabullante, y con esa sonrisa ladeada que parecía decir "yo soy el maldito rey del mundo."

A primera vista me pareció el chico más superficial que jamás había conocido. No le soporté desde el primer instante en que lo miré bajar de su auto último modelo y acaparó las miradas de todos los presentes; por supuesto, a él le encantaba aquello, amaba que todos le prestasen atención, le gustaba de sobremanera ser el centro del universo. Coqueteaba descaradamente con todas las chicas que se cruzaban por su camino, les sonreía con encanto y se presentaba besándoles la mano. A ellas esa acción les dejaba sin aliento y con el corazón latiendo a mil por hora, pero eso a él no le parecía importarle ni en lo más mínimo, porque ya se había acostumbrado a hacer un caos cada vez que se paseaba por sus vidas.

Sin demorarme más en aquella escena crucé el estacionamiento y entré al edificio donde me tocaba la primera clase, busqué mi salón y me senté en la penúltima silla de la última fila y saqué una libreta. Mientras lo hacía logré visualizar a Will, mi mejor amigo; él ya me había visto y caminaba alegremente en dirección mía.

— ¿Se puede saber por qué no me esperaste?— me cuestionó fingiendo enojo y cruzando los brazos, yo sonreí.

— Ya te he dicho que te tardas siglos en la ducha, y no me puedo dar el lujo de esperar— respondí.

Él y yo vivíamos en un pequeño departamento que quedaba a unos quince minutos de la escuela. Aquello suponía que debíamos llegar temprano siempre, pero en vez de eso por x o y razón la mayoría de las veces llegábamos tarde a nuestra primera clase.

— Eres una desconsiderada, Lauren— me enseñó el dedo de en medio y acto seguido se sentó a lado mío.

— Soy lo mejor que te pudo pasar— le guiñé un ojo.

— Pasando a otro tema, ¿ya has visto al chico nuevo?— colocó sus codos sobre la mesa y me miró ansioso. Asentí con la cabeza—. Está que se cae de guapo ¿no? No entiendo cómo no se cansa de cargar tanta perfección— ese era Will, un chico divertido y sumamente extrovertido a tal punto de llegar a incomodar a las personas.

— A ti todo el mundo se te hace guapo. ¿Tan solo dime cuántos te han gustado en el último mes?— elevé las cejas, divertida.

— Diez, pero no cuento a los de Instagram.

— ¿Lo ves? Además, es un idiota, lo debiste de ver en el estacionamiento, se creía mejor que todos nosotros.

Minutos después el salón se fue llenando y todos buscaron apresuradamente lugares en dónde sentarse. Antes de que llegara la profesora el chico nuevo entró al salón con ese aire de superioridad con el que le había visto antes. Era maravillosamente bien parecido y nadie podía negarlo; tenía los ojos de un azul índigo profundo y una mirada soberbia; su cabello era negro y estaba perfectamente peinado hacia atrás; su rostro, de semblante impenetrable, tenía acabados refinados y atractivos, era de labios finos y llevaba sobre ellos una sonrisa coqueta. Se veía pulcro, con la ropa bien planchada y los zapatos extremadamente limpios. E incluso su forma de moverse y hablar era educada y delicada.

En cuanto Will lo vio me pegó por debajo y sonrió como un idiota enamorado.

— Oh, creo que se te va a caer la baba, limpíatela— le aventé un trozo de papel, Will frunció el ceño y me miró con enfado.