Sin saber a quién llamar para que fueran a mi rescate, terminé por elegir a Jack, un amigo cercano de Will y mío. Y él sin dudarlo un segundo accedió a recogerme a la dirección que le di.
Lo esperé a las afueras de la mansión de Matthew. Después de casi una hora lo vi llegar en su automóvil blanco. Y rápidamente se bajó a ayudarme, preguntándome a cada paso que dábamos qué era lo que me había ocurrido. Pero yo no quería responder, tan solo quería irme a casa y olvidar lo sucedido; estaba tan aturdida y atolondrada que no quería pronunciar ninguna palabra.
— ¿Realmente estás bien?— preguntó por tercera vez mientras tomaba mi rostro y lo analizaba unos instantes.
— Estoy bien, Jack, tan solo quiero irme de aquí, por favor— respondí con fatiga.
No quería hablar de lo que había pasado, tampoco quería recordar a Anderson.
— Lauren, sabes que puedes contarme lo que te pasó, te escucharé— tan solo asentí.
Sí lo sabía, conocía que Jack iba a estar siempre para mí, sabía que si tenía algo que decir él siempre me iba a escuchar. Pero esa vez era incapaz de decir algo porque, por muy tonto que suene, aún estaba asustada.
Durante todo el trayecto a casa traté de cerrar los ojos y relajarme, pero no podía, porque el rostro de Matthew lleno de furia aparecía en todo momento y, sobre todo, sus ojos azules, que parecían ser tan vacíos y distantes, como dos bloques de hielo. Le había dado en su orgullo y en su arrogancia, y estaba segura de que él no se quedaría de brazos cruzados.
Cuando llegamos rápidamente me bajé del auto y me volví a mirar a Jack, que seguía viéndome con preocupación.
— Gracias, Jack— le sonreí—. Y perdón por molestarte.
— ¿De quién era esa mansión?— preguntó antes de que terminara de cerrar la puerta. Sin mirarle a los ojos me volví hacia él.
— ¿Para qué quieres saber?
Jack era un poco impulsivo y, a veces, no pensaba en sus acciones; por eso sabía que podía hacer algo imprudente si yo le decía.
— Porque saliste pálida y aturdida de ahí, porque estoy preocupado por ti— quiso ver mis ojos, pero yo seguía con la cabeza gacha.
Vacilé unos segundos para decidir si le debía decirle o no, pero si no lo hacía él quedaría con más dudas, lo que aumentaría su curiosidad.
— De Matthew Anderson, teníamos que hacer un proyecto.
A Jack no le pareció esa idea, porque sus ojos se llenaron de enojo y frunció las cejas.
— ¿Y qué te hizo?— preocupado bajó del auto—. Lauren, si quieres podemos regresar ahí y arreglar todo de una vez, tan solo pídemelo.
Sabía que iba a querer hacer eso: regresar ahí y hacer de nuevo un caos, porque Jack era Jack.
— Sabes que no quiero eso, porque no quiero un trato con él. Y gracias de nuevo.
Sin decir más cerré la puerta de su auto y entré a mi edificio, dejando a Jack con dudas y preocupaciones.
Cuando llegué a casa, Will a toda prisa apareció en la sala, curioso y listo para oír todo lo que tenía que decir.
— ¡No te hagas del rogar, suelta todo, Graham!— me sentó en el sofá y me miró maravillado.
— Nada de lo que te estás imaginando pasó, de hecho, fue toda una mierda.
KAMU SEDANG MEMBACA
El Estúpido Chico Nuevo (RESUBIENDO)
RomansaLauren Graham, es la típica chica común que vive una vida normal, se podría decir que es como la mayoría de las chicas de su edad, pero de un momento a otro su vida da un giro de 180°. Matthew Anderson, el chico más guapo y egocéntrico que jamás ha...