Conociendo a Amor

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Era un día cálido, notándose en el aire el buen humor del benefactor, hacía años que los dioses notaban el cambio que este había presentado al compartir tiempo con el nuevo dios, aunque ellos lo encontraban intimidante para el dios Vida l era todo lo contrario, no había conocido en Ithis alguien que tuviese tan bello corazón, era hermoso en toda la extensión de la palabra, no entendía porque siempre le recordaba a un gatito, curioso por explorar lo que el creaba y se asombraba de cada pequeña cosa por insignificante que fuera. Pero si tenía que darle justicia a los comentarios de sus amigos, cuando el nuevo se enojaba era de temer, lo bueno que para que esos sucedieran debían alinearse los planetas en una perfecta línea recta, lo que si le molestaba era las burlas que recibía, o las palabras llenas de desprecio de sus compañeros hacia Muerte.

A pesar de lo mucho que congeniaban, Vida siempre sintió que ni por muy abierto que el fuese con Muerte este siempre se guardaba mucho, el alto había construido un muro entre él y el mundo, el cual no podía penetrar por más que quisiera, y entre esos sentires y secretos estaba el hecho que jamás hablaba de su función en el equilibrio, él sabía que hacia cada dios y cuáles eran sus habilidades y dones, pero de Muerte todo era un completo misterio, era demasiado hermético y cada vez que le preguntaba sus ojos se cubrían con pesar, arrepentimiento, tristeza y muchos otros sentimientos negativos, por lo que con el tiempo decidió ya no preguntar más, y pasar gratos momentos con el ambarino.

Así los años fueron pasando y a pesar de las constantes advertencias ambos dioses terminaron cayendo en las redes del amor, se enamoraron a tal punto que las palabras sobraban en sus encuentros, sus ojos transmitían todo lo que sentían el uno por el otro, fue tanto que en Muerte provoco que su aura oscura, esa misma que intimidada a los demás dioses fuese disminuyendo, cosa que la primera en captar fue la pequeña diosa del amor. Un día mientras caminaba por el mundo humano, vio como una polilla del alma era acorralada por las plagas del Nim, tres para ser exactos, rodeaban la pobre alma, Amor saco de inmediato su arco y apunto a una la cual fue eliminada pero a su vez alerto a las demás las cuales aullaron y otras dos plagas más aparecieron detrás de la diosa, ella era buena arquera, pero no era especialista en la batalla a corta distancia. Una la se lanzó a atacarla directamente cosa que la pequeña logro esquivar no sin antes sentir como parte de la piel de su brazo fue cortada, pero logrando rescatar a la pequeña polilla que entre sus manos temblaba, rogando ayuda. Otra plaga se había lanzado al ataque, la diosa la logro esquivar comenzando así una carrera tanto por su vida, la del alma y sacar a esas bestias del sector para que ninguno de los vivos fuese afectado, solo que su carrera duro pocos metros al tropezar y esquinzarse su tobillo al romperse uno de los tacones de sus zapatos, las plagas comenzaron de nuevo a separarse y rodearla, listos para saltar en ella y acabar con quien era su enemigo. Amor había cerrado sus ojos esperando su final pero protegiendo el alma que había rescatado, pero nada había pasado, pensó que quizás había muerto, pero grande fue su sorpresa al verse protegida por un manto oscuro y afuera de este el dios que ella tanto había rechazado de forma cruel, acabar con esas plagas y protegerla.

Cuando la batalla hubo terminada, deshizo el improvisado escudo, acercándose a la pequeña diosa ofreciendo su ayuda y apoyo.

Muerte: se encuentra bien?

Amor: si... gracias...

Muerte: me permite por favor... (Extendiendo su mano a la diosa, mientras esta la veía extrañada) señorita... el alma que tienen en su resguardo... me permite por favor guiarla... ya fue demasiado traumático para una muerte...

Amor: que...que le harás?

Muerte: (agachándose a la altura de ella) no se asuste, no le hare nada... (Desde sus manos la polilla salió y se posó en el hombro de muerte, enseñándole a Amor que no debía temer, que era a quien ella esperaba) Pequeña... (Tomándola entre sus manos) perdóname por demorar... espero hayas tenido una buena vida... ya es hora de ir... (Amor vio como la marca de la muerte se dibujaba en las alas de la polilla y esta emprendía el vuelo, no sin antes posarse en la nariz de amor y luego en la mejilla de Muerte) dice que gracias...

LUZ EN MI OSCURIDADTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon