1.
y si fuéramos margaritas,
¿permanecería nuestro tallo sujeto a la tierra?
y si fueramos rosas,
¿caerían nuestros pétalos,
débiles,
al ser golpeados y arrastrados por la lluvia turbulenta?
¿qué hay de los girasoles?
no miranos al sol en los días,
pero besamos el plateado perfil de la luna todas las noches.
2.
si fueramos flores,
perteneceríamos a las estrellas:
danzaríamos sobre la inmensidad del cosmos,
al marchitarnos y ser olvidados como parte del prado.
Volaríamos,
sin darnos cuenta,
al celeste color del universo;
nos amarían,
nos besarían,
nos adornarían.
inspiraríamos nada más belleza y bondad,
y estaríamos alejados de toda maldad y toda crueldad.
seríamos musas para cada poeta,
los amantes de cada mujer.
3.
pero no somos flores,
somos extrañamente humanos.
calamitosos,
solitarios,
torpes.
proyectamos sombras más grandes que nosotros,
y no miramos al cielo para seguirle,
sino para hacerle llorar.
