Problemas

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Todo se estaba volviendo un caos en su casa. “También soy gay” jamas imagino que unas simples palabras traerían tantos problemas a su vida y es que todo iba de mal en peor, definitivamente nada estaba saliendo como lo imagino. Fue un impulso lo que lo llevo a decir esas palabras, pero a pesar de todo el tiempo que había pasado, aún nadie sabía que habían sido una mentira.

Esa pequeña mentira estaba destruyendo a su familia, pero ni eso hacía que dijera la verdad. ¿Por qué? En el fondo sabía que era lo mejor para él, para su mamá. Audifaz estaba cambiando y con mentira o sin mentira se estaba convirtiendo por completo. Sólo quería darle una lección a su padre, quería que fuera tolerante con el tema; pero al parecer ni siquiera lo quería un poco. Era su hijo, se supone que debía amarlo, pero sólo se convencía de que su papá jamás lo quiso y es que al final nunca lo acepto, nunca fue ese hijo ejemplar, el orgullo de la familia. Quizás solo se había resignado a que no tenía un hijo genio, pero jamás lo acepto, podía estar seguro de eso.

¿Qué era lo peor de que sus papás se estuvieran separando? Su mejor amigo no estaba con él. Antes de irse, Temo le había dicho que arreglará todo con su papá y simplemente nada se estaba arreglando.
Tomo su celular y decidió marcar en él el número de su mejor amigo, espero unos minutos y nada, marco de nuevo pero salió de la misma manera, volvió a intentar una, dos, tres, después de la séptima ya no supo cuántas veces más había marcado. ¿Por qué? ¿Por qué justo cuando más lo necesitaba?

—No tienes idea de la falta que me haces, contesta. —Decia desesperado mientras su celular solo daba el tono de llamada. Harto, aventó su celular en la cama y abrazo sus rodillas contra su pecho, tratando de que las lágrimas no salieran más.







—El divorcio no es un tema fácil, pero ya no eres un niño y creo que entiendes un poco mejor la situación. Pero ahora quiero que me digas ¿Por qué aún no has dicho la verdad? —Tavo era de las pocas —únicas— personas que sabían la verdad sobre su supuesta "homosexualidad"
—Tavo, es muy difícil ¿Crees que diciéndoles que no soy gay cambiarían algo las cosas? Hay veces en que me siento culpable de todo, pero mi padre estaba cambiando mucho desde antes de que yo me confesará gay... Creo que simplemente adelante las cosas.
—Entiendo que creas que el divorcio pueda ser lo mejor para tu mamá, sin embargo tienes que ponerte a pensar en todo lo que desataste a raíz de sólo querer defender a tu amigo, y no, no te estoy culpando de nada, pero en verdad quiero que te des cuenta de tus verdaderos sentimientos. Deja de mentir a tu familia, a tus amigos, a ti.
—Tavo, yo no soy gay.
—Y yo no estoy diciendo que lo seas.

De nuevo Octavio le insinuaba cosas que no entendía, iba a qué lo ayudará y sólo sentía que salía peor y eso que no mencionó lo terriblemente vacío que se sentía sin Temo, aunque estaba seguro que llegó a mencionar su nombre unas dos, quizás tres veces en aquella hora de terapia.

Al salir del consultorio, reviso su celular, con alguna esperanza de que Temo le regresará una de las tantas llamadas que le había hecho la noche anterior. Nada, ni siquiera un mensaje.






—Oye, primo. —Se dirigió hacia Robert. —¿Tú tienes el número de Pancho?
—No ¿Lo necesitas?
—Bueno, yo sólo quería preguntarle cómo se encuentra Temo.
—¿Y por qué no le llamas directamente a Temo?... ¿Se pelearon?
—No ¿Qué? —Esa pregunta lo sacó un poco de su calma.
—¿Es por aquel chico con el que está? Mira primo, los celos no son nada buenos y debes de saber confiar en tu pareja aún en la distancia. —Robert había tomado lugar a un lado de Ari.
—Juan Pablo —Aristóteles lo interrumpió antes de que dijera cualquier otra cosa. —No, no estoy peleado con él, ni nada. Luego averiguó el número de Pancho, gracias. —Se fue de aquel lugar buscando estar un poco en paz.

¿Es por aquel chico con el que está?” Esas palabras retumbaban en su cabeza. Ya se había olvidado de que aquel día había un chico esperándolo para irse a Toluca, ¿quién era él? Por más que hacía memoria, no lograba recordar que Temo le haya hablado de un amigo en Toluca.

—¡Diego! Así se llama aquel chico. —Dijo parándose de golpe en la cama. —Aquella vez en la feria de ciencias de la escuela, él le habló por teléfono y también cuando estábamos en la azotea.

Temo se había referido a él como un amigo, pero ¿Qué tan cercanos eran? ¿En verdad sólo eran amigos? ¿Y si en realidad eran algo más? Cuando le marcaba se ponía un tanto nervioso, quizás ese tal Diego fue algo más y ahora estaba con él de nuevo... ¿Por qué de repente se sentía molesto al pensar en eso?



















Pues hasta aquí le dejo. Perdón por actualizar hasta ahora, realmente he andado un poco ocupada. :( Sé que es un poco cortito, pero espero lo disfruten y para que ya no anden con su "Síguele, síguele" y ni un por favor, se pierden los valores, ahre.

Yuzu.🍊

ArisTemoWhere stories live. Discover now