Capítulo 2: Ahora sí es lo mío.

94 2 3
                                    



Día 2

2:21pm

-¡Corre!

-¡Qué pasa aquí!

-¡Vámonos!

-¡Maldición, mi cabello!

De acuerdo esto tiene una explicación, no se alarmen.


...4 horas antes...

Son las diez, Meghan y yo estamos en el comedor hablando de nuestras vidas antes de terminar aquí.

-En la preparatoria solía ser una chica problema, de esas que nunca iba a clases, se acostaba con cuatro sujetos al mismo tiempo, pegaba chicles en las sillas de los profesores y escribía en la pizarra "Jubílense de una vez".

-Vaya.

-Sí, mi relación con la directora y el consejero escolar era muy estrecha. Sobre todo cuando conocí a su hijo y salíamos a escondidas.

-¿El hijo de la directora?- meto una cucharada de arroz con leche a mi boca.

-No, el del consejero, su nombre es Shawn.

-Ah.

-¿Qué hay de ti?- me mira curiosa.

-No mucho, era la hija de mamá y papá, esas que los enorgullecen sin parar, les entrega buenas notas, ayudaba a los profesores siempre, ganaba puntos extras etcétera, y para qué, ser condenada a estar encerrada con un montón de Barbies.- comencé bien y termine mal, me enoje –No te ofendas.

-No lo hago, es lindo ser considerada una Barbie cuando te portas como toda una perra.- toma agua.

Río.

-Por cierto. Tengo una última pregunta que hacerte.

-Te escucho.

-¿Cómo es el chofer que te trajo?

-Pues, es un hombre, de eso estoy segura.

-No estúpida. Me refiero, era lindo, malhumorado, atrevido, sexi.

-Era molesto, odioso y amable, todo lo que diré.

-Ay por favor, ¿has tenido novio?

-Sí.

-Nombre.

-Brandon.- suspiro cansada.

-Ese es un nombre sexi.- ruedo los ojos con una sonrisa -¿Dónde está?

-Muy lejos.- desvío la mirada a mi plato.

-¿Qué pasó?

-Creí que habías dicho "tengo una última pregunta que hacerte" y eso fue hace tres preguntas.

-¿A quién le importa eso? Responde.

-No quiero.

-Por favor.- hace ojitos de perro.

-No, Meghan, no quiero hablar de eso.- me levanto y voy al baño. Me sigue.

-¿Porqué, qué tiene de malo?

La ignoro y esquivo a algunas chicas.

-Nada, sólo no quiero decírtelo. Es todo.

-Como quieras. ¡Pero tendrás que contármelo tarde o temprano!- grita, unas cuantas personas se nos quedan viendo.

Entro al baño, me lavo la cara y me quedo viendo mi reflejo.

Acabo de darme cuenta que tengo un ojo más grande que el otro, se ve raro.

Lo Mala Que Puedo SerWhere stories live. Discover now