Capítulo 4 - Descubriendo una vocación

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La jornada laboral se había terminado, aún estaba claro el día, pero pronto llegaría la noche, Yara se apresuró a organizar su salida y con un guiño cómplice a Toro, le recordó su trato, la cara de Toro no mostraba mucha emoción, ir a visitar la escena del suicidio de la vieja Rufina le molestaba, como si fuera hacer algo malo, tuvo que motivarse con pensamientos racionales que le afirmaran que lo que estaba haciendo tenía un propósito loable.

Rápidamente partieron, la casa quedaba a pocos kilómetros del pueblo, en una pequeña meseta, su ubicación sobresalía en el paisaje, no había muchas casas en el sector, lo que le daba cierto aire de abandono.

La vivienda estaba desierta, descuidada y la madera con que fue construida mostraba el paso del tiempo, la puerta estaba sellada con los característicos listones amarillos que se ven en las escenas del crimen en las películas, así que los amigos tuvieron que entrar por una ventana, el interior de la vivienda, aunque desordenado, no parecía que hubiera nada fuera de lo común.

Yara saco varias fotografías y las expuso sobre una pequeña mesa diciendo:

- Encontraron el cadáver colgando de la viga del cuarto, la autopsia dice que murió por asfixia debido a la horca, según la posición utilizo la silla para lanzarse, ¿no te parece extraño que lo haya hecho aquí en el cuarto? Hay muchas imágenes religiosas y ese crucifijo en la cabecera de la cama apuntando directamente a donde quedo el cuerpo suspendido.

- Es muy extraño, lo reconozco, además con la edad que tenía, una osteoporosis avanzada y desde la altura de la silla sería suficiente para quebrarse el cuello con el impacto de la templanza de la soga, indicó Toro.

- Estoy convencida de que no fue un suicidio, pero ¿quién quería matar a esta anciana? Pregunto Yara.

- Hay que buscar entre sus familiares, dijo Toro.

- No tenía familiares vivos, su funeral lo tuvo que organizar la alcaldía de Villafuerte, solo unos cuantos amigos asistieron a las obras fúnebres, acompañados de una gran cantidad de curiosos, respondió Yara.

- Ya sabemos que el dinero no es el móvil, tal vez algo pasional, aunque no creo, dijo Toro haciendo una mueca involuntaria.

- Y si fue algo al azar, hace tiempo vi una película que mostraba que, si se efectuaba un homicidio al azar, sin tener ningún vínculo con la víctima se podría tener un crimen perfecto, expresó Yara.

- De todas maneras, tenemos que seguir recopilando pruebas, finalizo Toro.

Yara a la mañana siguiente, al llegar al trabajo, encontró que Toro había llegado temprano y estaba al interior del almacén.

- ¿Qué haces servil? bromeo Yara.

El gigante levanta la cara con desagrado y contesta – ven rápido, han ocurrido varios accidentes en los últimos años donde hay muertes, por ejemplo el más reciente fue el año pasado, donde un adolescente murió ahogado después de saltar de lo más alto de la Rocasa, sus amigos dicen que era un gran nadador, pero al parecer se golpeó en la cabeza en el clavado y quedo inconsciente, hay otro que se mató al bajar de una ladera en su bicicleta, una chica fue arrastrada por una creciente y termino empalada y el más ridículo de los accidentes, lo mato un rayo un día de sol.

- Que buen trabajo Toro, le pediré información a mi amigo, respondió Yara con brillo en los ojos.

Una pequeña habitación en la casa de Yara se convirtió en el salón de investigaciones, donde anotaban todas las relaciones o pequeños detalles que hicieran inverosímil las muertes, las investigaciones mostraron algunas incongruencias, pero no arrojaban un sospechoso, ni siquiera un motivo, lo que los llevaba a un espiral de desesperanza y desmotivación, así que paso el tiempo hasta que un extraño suceso lo encamino.

Era otoño, el aire frio llegaba por intervalos y Toro luchaba por contener su compulsión, ya que Yara le ponía los objetos más variados a su alcance para tentarlo y se moría de risa cuando lo descubría llevándoselos a la boca, en eso estaban cuando un cliente de la ferretería entro acompañado de un desconocido visitante, Yara los atendió cortésmente, pero el par andaba en una buena platica y solo atinaron a pasarle un listado de materiales, no obstante escucho como el desconocido le contaba al cliente lo siguiente:

- Fue muy extraño, siempre bajábamos por esa ladera y nunca había ocurrido nada, nada que nos alertara, pero así es el destino, solo se necesita un poco de mala suerte con un freno desgastado y mi compañero de ciclismo de 10 años yacía sobre el césped con el cráneo partido.

Para cualquier otro habitante de Villafuerte esto hubiera pasado inadvertido, pero para Yara era escuchar, lo que tanto había leído en los informes policíacos, como era posible que en un pueblo que estaba a 50 kilómetros ocurriera un accidente en las mismas circunstancias.

Así que la investigación se enfocó en los accidentes ocurridos en pueblos vecinos y se dieron cuenta que en cada pueblo había ocurrido un accidente fatal idéntico a los ocurridos en Villafuerte, solo el de la chica que fue arrastrada por una creciente no tenía un doble en otro pueblo, a pesar de esto, este caso era el que más intrigaba a Yara y para ella era particularmente sospechoso , en las fotos el cuerpo se veía muy golpeado y la encontraron sin pantalones, solo le quedaba la camiseta que se le había quedado enredada en la cabeza, todo esto se lo habían atribuido a la cantidad de elementos que puede haber en un rio con creciente, lo más siniestro fue que encontraron una rama clavada en la vagina, la cual había sido la verdadera causa de muerte, aunque igualmente la policía lo atribuyo a la inundación.

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⏰ Last updated: Nov 24, 2018 ⏰

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