Hazlo por ti - GAP

Capítulo 4

Mi móvil no para devibrar, creo que lo he escuchado temblar en la mesita de noche por lomenos dos veces en los últimos cinco minutos.

Anoche me dormísobre las una de la madrugada, por lo general soy de esas personasque se quedan despiertas hasta tarde y luego se despierta en torno alas diez de la mañana, pero otras veces me gusta dormir hasta lasonce o doce. Y luego hay casos en los que por muy poco que duerme melevanto si o si a las nueve y eso es de las cosas que más memolestan en el mundo mundial. Eso y que me despierten. No soporto queme despierten, mucho menos si es más pronto de las once.

Me giro hacia lamesita donde se encuentra mi teléfono y lo agarro con una de lasmanos mientras que con la otra me quito el suave antifaz de los ojos.Suelo utlizar mucho antifaz a la hora de dormir porque no soportocuando me despierto por culpa de la luz, soy bastante sensible aella, cosa que es bastante molesto.

Númerodesconocido, 10:06

Buenosdías, Gabriela. Soy Yuna.

Númerodesconocido, 10:13

¿Tegustaría ir de compras conmigo a las once y media?

Frunzo el ceñolevemente, tanto por la luz que entra de la terraza y las dosventanas de la habitación como por el hecho de que la novia de mihermano me haya hablado por teléfono a estas horas. Sí que se va atomar en serio eso de llevarnos bien.

Yo,10:19

HolaYuna, ¿de compras? Sí claro, me encantaría.

Yuna,10:19

Genial,¿te recojo en tu casa?

Yo,10:20

Claro.

A duras penas melevanto de la cama diez minutos después de enviarle el mensaje. Mecoloco las zapatillas y bajo las escaleras para ir a desayunar algoantes de meterme en la ducha y arreglarme para la cita que tengo conla novia de mi hermano.

Sí, definitivamentemi cuñada es bastante distinta a lo que me esperaba que sería eltipo de novia que tendría Tom.

—La verdad es queno pretendía salir hoy de compras, pero si que me apetecía saber unpoco más de ti. La conversación de ayer fue... como decirlo:intensa.

—¿Cual? ¿La dela cena? No, que va, a penas fue una conversación, Tom dijo dosfrases y yo dije una para después mandarlo a callar. Nada del otromundo.

Estábamos enChannel, mirando zapatos increíblemente caros pero los cualespodíamos permitirnos. En mi caso por razones obvias como que mispadres están forrados y en el caso de Yuna, bueno, va a la mismauniversidad que mi hermano, una de las más caras de Londres y de lasmás prestigiosas, supongo que también se lo podía permitir.

El día habíaavanzado de la misma forma en la que Yuna lo había planeado: mehabía recogido en casa a la hora exacta que dijo en que lo haría yme llevo de compras por los barrios más ricos del centro de Londres,las calles ya me las conocía de memoria así que no es como siestuviera muy perdida o incómoda. Bueno, si la conversación seguíapor ese rumbo si que podría llegar a sentirme algo violenta.