Prologo

338 25 10
                                    

Era una noche hermosa en la ciudad se podía ver la luna llena junto con unas pocas estrellas a causa todas las luces de los diferentes edificios. Un auto Chevrolet blanco se detuvo en frente de un restaurante muy elegante llamado la carne de Amadeus, del auto bajo una chica entre sus veinte años, de pelo castaño, llevaba puesto un hermoso vestido negro que resaltaba su figura junto con un bolso blanco y unos zapatos de tacón, ella mantenía un rostro muy neutral y parecía que no quería estar en este lugar.

—¡Porque tengo que perder mi tiempo en esta estupidez!— lo decía con un tono de molestia.

—Vamos no será tan malo, velo como una oportunidad para ti— los decía con tono muy dulce y alegre —bueno en caso de que no consigas algún chico puedes llamarme para buscarte, adiós— lo decía mientras se retiraba en el auto.

Ella solo observa irse a su amiga hasta que el auto cruza en una esquina perdiéndola de vista y regresa su vista a la entrada del restaurante.

—Como deje que Darcy me convenciera de hacer esto— dio un suspiro de derrota y entro para acabar lo más rápido posible con esto.

Al entrar se acercó a la hostess(la persona que recibe a los clientes en los restaurantes) la cual era una hermosa mujer muy bien vestida.

—Buenas noches, señorita viene al proyecto "la posibilidad de enamorarse"— lo dijo con un tono muy cortes y amable.

—Si— dijo con un tono de monotonía.

—Ok, ¿su nombre es? — pregunto la hostess

—Lisa loud— respondió mientras se acomodaba los lentes.

La hostess le indico que la siguiera entrar vio una muy elegante decoración, los pisos eran de madera, las mesas tenían unos manteles rojos con blanco, cada mesa tenía dos sillones grises, pero algo que destacaba era que había dos grupos de personas, un grupo a la izquierda y otra ala derecha del lugar, uno era de todos hombres con vestimenta formal, y el otro de solo mujer también muy bien vestidas, la empleada la llevo al grupo de las mujeres y le dijo que esperara. Pasaron un par de minutos y apareció el dueño

—bien señores y señoritas, espero que estén emocionados, ya que puede que hoy tienen "la posibilidad de enamorarse" bien empecemos.

Así empezó la larga noche, Lisa estuvo conversando con los diferentes solteros, el primero era un sujeto que usaba una bata blanca y decía que conquistaría toda el área limítrofe, el segundo era muy musculoso rubio con un enorme copete y que usaba lentes de sol, y no paraba de repetir la palabra nena mientras hacia un montón de poses, el tercero decía que trabajaba en un bar de mala muerte donde sus únicos clientes eran sus amigos y que siempre le hacían bromas por teléfono le hijo de uno de sus amigos, Lisa estaba más que harta. De los tres no sabría decir cuál era el peor, cuando estaba por irse del lugar le llamo una voz que reconoció de inmediato.

—¡Lincoln!, tú también estas en esta tontería— lo decía con tono de sorpresa.

Lincoln llevaba puesto un elegante esmoquin de color negro, con una camisa de botones blanca y una corbata roja, y unos mocasines también negros.

—Pues sí, pero me sorprendí bastante al verte, no pensé que vinieras a reuniones de solteros— dijo sonriendo un poco el albino.

—No estoy aquí por voluntad propia, bueno fue un gusto verte Lincoln, pero tengo mejores cosas que hacer que perder mi tiempo en estas tonterías— dijo mientras se retiraba del lugar.

Lisa salió del restaurante lo más rápido ya estaba cansada de estar en ese lugar, le dolían los pies por los tacones, así que se los quito para estar más cómoda.

—¡Ah! Mucho mejor— dijo dado un suspiro de alivio, saco su celular para llamar a Darcy, pero ella no contestaba, llamo varias veces, pero nada.

—Supongo que debió haberse quedado dormida.

—Oye lisa...

La prodigio dio un salto del susto.

—¡Lincoln!, no hagas eso ya tengo suficiente con Lucy— dijo quejándose la prodigio.

—Perdón, no era mi intención asustarte— se disculpó el albino —solo que ya me iba a casa y te vi aquí sola.

—Trato de llamar a Darcy para que me venga a buscar, pero no contesta su teléfono.

—Si quieres te puedo llevar.

La prodigio acepto la oferta y ambos se fueron al auto del albino, y subieron, el camino fue muy silencioso, entonces Lincoln decidió romper con el silencio.

—Entonces...¿Cómo es vivir con Darcy?— pregunto el albino.

—No me quejo, es una buena compañera— respondió mientras desviaba la mirada —siempre que no haga volar el techo de la casa, aunque agradecería que no molestara con eso de ir a fiestas de solteros— dijo con tono de molestia.

—Ella solo quiere que seas feliz, además salir de vez en cuando de tu laboratorio, no te hará daño.

De repente se escuchó el sonido de un estomago hambriento.

—¿ese fue tu estomago? Hermano mayor— pregunto la prodigio.

—Sí, perdón quedé con hambre— respondió el albino

—Conozco un bar a unas calles de aquí si quieres podemos ir allí a comer— propuso la prodigio.

Lincoln acepto y tomaron rumbo al bar, Lincoln estaciono y ambos entraron, se sentaron en una mesa y pidieron su orden, Lincoln pidió una hamburguesa con unas papas fritas y un vaso de agua, mientras Lisa pidió un Martini, la camarera les trajo su orden y Lincoln empezó a comer.

—Me sorprende que conozcas este lugar.

—Vine una vez a este lugar junto con Darcy, reconozco que no soy de tomar bebidas alcohólicas, pero me gusta tomar un poco de vez en cuando— le da un sorbo a su trago. — ¿aún tienes baja resistencia al alcohol?

—Que, ya soy capaz de aguantarlo.

—Como pediste un vaso de agua, supuse que aún no podías aguantar la bebida.

—Es malo conducir en estado de ebriedad, por eso pedí agua.

—Lo que tú digas, hermano— dijo en tono burlón.

El albino molesto tomo el Martini de Lisa y lo tomo todo de un trago.

—Ah, vez si soy capaz de aguantar.

—Ya que te tomaste mi trago, no te importara darme parte de tu comida.

Él le dio parte de su hamburguesa junto con sus papas fritas, luego pidió una cerveza y un Martini para Lisa por tomarse el suyo, siguieron tomando y pidiendo tragos hasta estar los dos en estado de ebriedad, el bar ya estaba por cerrar así que los dos se retiraron del lugar. Lisa apenas podía caminar así que Lincoln la cargo en su espalda, el albino tambaleaba mientras caminaba con dirección al auto.

—su..hip...que si..hip..tienes...hip...mas resistencia— dijo estando totalmente ebria la prodigio.

—Te lo...hip..dije— dijo llegando ya al auto.

Saco sus llaves y quito el seguro, le costó un poco el abrir la puerta del copiloto, pero lo consiguió bajo a Lisa con cuidado y la dejo en el asiento, cerró la puerta y se fue a la del piloto, esta vez logro abrirla a la primera, entro y cerró la puerta, le era muy difícil quedarse despierto, vio a Lisa y está ya estaba dormida, al final cedió a las garras de Morfeo y se durmió en su haciendo del auto.



La posibilidad de enamorarseWhere stories live. Discover now