Dios, sabes que hay veces que no creo que existas,
En ciertos momentos del día me resigno a creerte,
Y trato de encontrarte una explicación,
Quedando siempre con la misma duda.
Dios, sabes que no confío en muchas personas,
Procuro esquivarte en cada parte que voy,
Más soy un masoquista que te busca sin razón,
Sintiendo hacia ti una fuerte atracción.
Dios, es hora de quitarme la máscara, ese velo oscuro.
Entregarme al llanto de la purificación.
Te quiero y te odio, te odio y te quiero,
Pero siempre estás allí, donde sea que estoy.
YOU ARE READING
Lamiendo el escozor de tus locuras
PoetryBreves líneas de un corazón desnudo. En esas noches de soledad en donde un vaso de whisky y un cigarro son compañeros de los versos rotos y olvidados, de los sueños oxidados y los amor que se fueron.