SAN CHARVET

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El ruido incesante de la lluvia logro despertarme, la pantalla del celular me decía que eran las 3 de la mañana.

No intente dormir de nuevo, seria inútil. Preferí ver el agua derramándose por la ventana. Mis ojos, sentían el cansancio del día anterior. Aun así no podía mantenerlos cerrados, estaban alerta de las figuras caprichosas del agua sobre la ventana.

El aire freso y húmedo entraba por las rendijas trayendo consigo el leve olor a tierra mojada. Aspire profundamente, quería llenar todo mi cuerpo. Tal vez eso haría que me relajara. Por mas que lo intente no lograba alejar el nerviosismo que me causaba el día que apenas empezaba.


Entraría a una nueva escuela y por si no fuera suficiente era un internado lejos de mis amigos y de mi madre, aun que ella lo había querido a si.

Después de la muerte de mi padre creo que le costo trabajo ocuparse de mi, en los últimos meses apenas la había visto y pasaba semanas enteras solo en casa, "viajes de negocios" siempre decía.

No se si fue el remordimiento de dejarme solo tanto tiempo o simplemente era el modo mas fácil de deshacerse de mi sin que me convirtiera en un vago drogadicto.

No me drogaba le juraba y el pasar tiempo solo para mi no era problema, pero fue en vano a hora en el hotel San francisco en San Miguel, puedo aceptar la derrota, aun que eso me causaba un nudo en el estomago.

La lluvia empezó a caer con mas fuerza, al menos el clima me agrada espero que sea a si todo el año. La luz de la madrugada que apenas empezaba a brillar inundaba el cuarto tiñéndolo de azul. Me hacia sentir en una pecera, me relajaba , el tiempo transcurría y cada vez me sentía mas fatigado por ahí de las 5 de la mañana no pude mas y quede dormido.

-Las 10 30 jovencito-. Fue lo que me despertó; la voz de mi mama sonó algo melancólica, eso me hizo estremecer. Tal vez había cambiado de opinión.

Abrí los ojos de inmediato, ella me miraba con dulzura y una sonrisa que hace tanto tiempo no la había visto.

- Buenos días mama.

- ¡Buenos días! ¡Vamos! Báñate. Tenemos que ir a desayunar, tengo que dejarte en el internado antes de las 2, mi autobús sale a las 4 y tengo que estar en el aeropuerto a las 9 y ya sabes con el papeleo tendré que estar antes.

Creo que no cambio su resolución. De pronto recordé que no le dirigía la palabra. Me tape con las sabanas y la ignore.

- ¡Vamos Matias! No eres un bebe y no te estoy metiendo a una militarizada. Mi amigo del trabajo me hablo maravillas de este lugar, su hija también esta inscrita. Espero que se hagan buenos amigos, es un encanto. (Claro, ¡un encanto! ah de estar traumada por la represión católica de el lugar)

Seguí ignorándola.

- Si no quieres bañarte y desayunar por mi esta bien. De todos modos te llevare y tu serás el que este sucio y hambriento el primer dí.! Dijo mientras salía.

Mierda, mierda, mierda. Me levante aventando las sabanas y fui a bañarme, sentía que estaba apunto de estallar de gritar, quería correr hasta la casa de Nicolás, el me entendería no por algo es mi mejor amigo y lo conozco desde... bueno desde que tengo uso de razón.

Abrí la llave de agua con violencia, el agua caliente no ayudo en nada. Me bañe lo mas rápido que pude. Fui a buscar mi maleta, me puse lo primero que encontré, la camiseta blanca, la sudadera gris, los jeans desgastados y rotos y los tenis desteñidos azules.

Me senté en la cama y prendí el televisor, no había nada que entendiera, solo programas matutinos aburridísimos eso me estaba irritando aun mas, la apague y mejor me asome por la ventana.

TRAIDORWhere stories live. Discover now